miércoles, 30 de noviembre de 2011

El arrastre vuelve con ganas a Icod

SANTA CRUZ DE TENERIFE (La Opinión) Con más ganas que nunca después de dos años sin arrastrarse por las empinadas calles de Icod de los Vinos celebraron anoche los icodenses la tradición de lanzarse en tablas por las cuestas del pueblo. La costumbre, que lleva celebrándose en la localidad norteña desde el siglo XVI, se recuperó ayer después de que el año pasado se viera truncada por el temporal de viento y lluvia que azotó Tenerife la víspera de la fiesta de San Andrés.

A pesar de ser día laboral, alrededor de 10.000 personas acudieron ayer a la cita con el santo, una celebración que coincide con el estreno de las nuevas cosechas de vino. A simple vista, la noche parecía tranquila en Icod de los Vinos. Los vecinos paseaban bajo las luces de Navidad ya iluminadas, mientras en las calles más empinadas bullía la fiesta. Allí los curiosos se agolpaban tras el montón de neumáticos polvorientos que amortiguan el impacto del tradicional arrastre de tablas.

Antiguamente, se bajaban a lavar las barricas de vino por esta época, coincidiendo con el descorche, montadas en carretillas de madera desde las zonas más altas del pueblo hasta la playa. La costumbre del arrastre de las tablas comenzó cuando durante el trayecto, al romperse las carretas, los hombres aprovecharon las maderas que quedaban para deslizarse sobre ellas por las pendientes como diversión.

Las calles de San Antonio, el Plano y Hércules, que llegan a alcanzar los 200 metros de altitud, congregaron ayer a los más osados del municipio, quienes, rodeados de puestos de castañas, batucadas y vasos de vino se precipitaron calle abajo sobre las tradicionales tablas, ante las miradas de los curiosos que se interponían en su camino y suscitando, en muchas ocasiones, la ira de algunos de ellos.

La mayoría de los icodenses que cumplen con la tradición del arrastre son adolescentes, nacidos en el pueblo y participantes en la tradición desde que eran niños. Algunas de las pendientes menos pronunciadas, como la calle Sol, sirven habitualmente como trampolín para los más pequeños.

Roberto Martín y Abisay Afonso, dos icodenses de 15 y 16 años, pasaron todo el día de ayer desde las nueve y media de la mañana lanzándose calle abajo con sus tablas, confeccionadas a base de madera, metacrilato y dos barras de hierro atravesadas para agarrarse. Según los muchachos, "lo más importante es coger la mayor velocidad posible y retirarse rápido al llegar a los neumáticos, porque si no, el que viene detrás te atropella". Como consecuencia, Roberto se retiró con magulladuras en los muslos, un codo y la espalda.

En muchas ocasiones no es tanta la suerte que corren los participantes, que incluso han llegado a partirse brazos y piernas. Según Fran García, coordinador de Cruz Roja en Icod de los Vinos, ayer tan sólo hubo "una decena de asistidos por quemaduras producidas por el rozamiento". La velocidad que los arrastradores alcanzan durante el descenso es tal, que el roce de la tabla sobre el asfalto crea un reguero de chispas que plaga el ambiente de un fuerte olor a quemado. Hay quienes aminoran la marcha a su llegada a la montaña de neumáticos que cierra el recorrido, elevando la parte delantera de la tabla y frenando con pies y manos, que muchos de ellos cubren con guantes de cuero.

Para Roberto León, un icodense de 31 años que todavía hoy ve la tabla "como un juguete de la infancia", el truco está en "dirigir la tabla con el movimiento de la cadera", que debe realizar el que va montado en la parte trasera cuando quienes se lanzan son parejas, lo que ocurre casi siempre cuando uno de los miembros es una chica.

Los espectadores que anoche observaron impresionados el espectáculo eran en su mayoría visitantes de los pueblos de alrededor y algunos turistas que coincidieron en la zona. Carmen Toledo llegó incluso desde el Sur de la Isla para vivir el miedo que transmitía observar el espectáculo, no sólo por el riesgo que corrían los participantes y curiosos, sino por la "peligrosidad que supone el final", ya que ninguno de los tramos de la bajada a estuvo en ningún momento controlado por ningún cuerpo de seguridad.

Pero la adrenalina que se descarga y el riesgo que se corre, que parecen resultar "adictivos", hacen repetir a cada uno de los arrastradores. Antonio Afonso, sin embargo, observó el espectáculo desde la cantina, ya que el tradicional arrastre de las tablas de San Andrés le costó hace tres años la fractura del peroné, que como consecuencia hoy lleva adosado al tobillo por medio de cinco tornillos.

31 años sin faltar a la cita

El 19, como todo el mundo lo conoce en el pueblo, es un lagunero que lleva 31 años participando en el arrastre de las tablas de San Andrés en Icod de Los Vinos. Lo vivió por primera vez en compañía de unos amigos de la zona, y desde entonces cada año pide sus vacaciones para los días 29 y 30 de noviembre, coincidiendo con esta original tradición.

El 19 se partió un brazo hace 14 años al golpearse contra los neumáticos que amortiguan la llegada. Desde entonces utiliza casco, rodilleras y coderas para tirarse, y recibe la ovación de todos aquellos que le siguen y le conocen en el pueblo. Ahora pretende traspasar la tradición a sus hijos.

Aún mantiene la camiseta remendada con la que participa desde su primera vez, y que fue a buscar al basurero cuando las enfermeras del hospital al que acudió tras su caída la tiraron.

martes, 29 de noviembre de 2011

Bailes, parrandas y tradición

LA LAGUNA (La Opinión) La Agrupación Folclórica Princesa Iraya celebra estos días sus 29 años de historia entre galardones, parrandas, actuaciones navideñas y la grabación de un nuevo disco. En su dilatada trayectoria destacan las participaciones en festivales de todo el Archipiélago, el norte de la Península y varios países centroeuropeos.

El grupo folclórico nació en 1978 bajo el amparo de la asociación cultural y de vecinos con el mismo nombre, situada en el barrio lagunero de San Bartolomé de Geneto, como una actividad sociocultural más. Pretendían reunir a los jóvenes de la zona en torno al folclore y a la cultura canaria, para que conociesen las tradiciones y costumbres de las Islas.

El primer grupo lo componían miembros de dos o tres familias que constituyeron el conjunto infantil, el cual en noviembre de 1982 empezó a ofrecer sus primeras actuaciones.

El cuerpo de baile se sumó a la parranda en 1990, cuando la agrupación se conformó definitivamente como grupo infantil mixto compuesto por un cuerpo de baile, músicos, solistas y un coro mixto. A finales de los noventa se incorporaron al conjunto componentes de otras localidades que, sumados a los anteriores, forman el actual grupo.

La Agrupación Folclórica Princesa Iraya es conocida principalmente por la recopilación y divulgación del cancionero infantil tradicional, así como por la investigación, colección y exposición de las danzas rituales y procesionales casi extinguidas en Canarias. Hasta el momento, han publicado tres discos sobre folclore infantil y dos de villancicos, que fueron su primera apuesta. Su último álbum salió a la venta en 2002 para conmemorar su XX aniversario y fue su primera grabación sobre folclore tradicional.

Princesa Iraya siempre se ha caracterizado por representar el folclore de las siete Islas, ya que debido a la insularidad se han conservado distintas formas de interpretar la cultura de cada una de ellas.

Desde el año 1996, el grupo utiliza las indumentarias tradicionales más fieles de cada Isla según la procedencia de cada baile. Están confeccionadas de manera artesanal, según los patrones de la época y con la materia prima original. Para realizar estas vestimentas, sus miembros recurren al asesoramiento de los mejores expertos, capitaneados por el artesano Juan Rodríguez González, a quien el grupo profesa una gran admiración.

En sus actuaciones, la agrupación lagunera realiza una presentación de las diferentes indumentarias, su forma de elaboración y correcta utilización. Es por ello que Princesa Iraya es considerada popularmente como el "museo de la vestimenta tradicional canaria".
Los vecinos y asistentes al Centro Ciudadano de San Bartolomé de Geneto disfrutaron el pasado viernes de la actuación del grupo anfitrión en un acto de celebración de su XXIX aniversario, así como de los invitados de la Agrupación Folclórica Arraigo, compuesto como el grupo anfitrión por un conjunto de parranda y cuerpo de baile.

Además, en esta nueva edición del festival, el tradicional galardón Princesa Iraya recayó sobre la destacada figura de Alfredo Ayala Ojeda, un profundo conocedor de las Islas, de su gente y de sus costumbres y tradiciones.

Actualmente, Princesa Iraya se encuentra inmerso en la grabación de su próximo disco y el próximo mes de diciembre actuará en festivales navideños de toda la región. Según su presidente Pedro Suárez, el grupo folclórico ya prepara las actividades del que será el XXX aniversario, que celebrarán "por todo lo alto".

lunes, 28 de noviembre de 2011

El maestro de Princesa Ibaya

LA LAGUNA El lagunero Antonio Jiménez tarda 40 segundos en dar forma, a partir de un pegote de barro, al brazo de una figura del belén de 13 centímetros. Así comenzó a trabajar en la artesanía con solo 13 años. Ahora tiene 82 y el pasado martes fue galardonado con el Premio a toda una vida del Cabildo de Tenerife, junto a otros 14 artesanos más, con el que se muestra profundamente agradecido.

Antonio nació en Granada, donde comenzó su formación como artesano a través de diferentes talleres gremiales. Empezó manejando el barro como aprendiz en el taller del escultor Benito Barbero. A los 14 años comenzó a compaginar su formación en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Granada con su trabajo en el taller de Nicolás Prados López. A través de estos dos artistas, Antonio adquirió los conocimientos necesarios para dedicarse a cualquiera de los 13 oficios de artesanía. Es por ello que se define como maestro artesano.

Ante la abundancia de trabajo en Tenerife a mitad del siglo pasado, se vino recién casado a la Isla en 1956. Aquí tuvo a sus tres hijos, dos de ellos gemelos y continuadores de la labor de su padre.
Aquí comenzó a trabajar en el taller de un familiar de su esposa, descendiente de artesanos, en la actual calle Sabino Berthelot de Santa Cruz. Al año se independizó y abrió su propio local en la calle Santa Rosa de Lima. Allí trabajo durante 15 años, tras los cuales se trasladó definitivamente a la urbanización Princesa Ibaya de La Cuesta, muy cerca de su casa, donde aún conserva su taller.

Allí se pude encontrar de todo, adosado a sus altas paredes: relojes, placas de matrícula, sombreros de mimbre, figuras de madera y hasta máscaras. Pero, sin duda, lo que Antonio más orgulloso muestra es una colección de cuchillos y pequeños muebles elaborados a través de la técnica de la tarecea, un método extinguido en Canarias desde hacía 200 años, que consiste en la colocación y el pulido de diferentes tipos de piezas de madera hasta formar una superficie lisa y con aspecto de mosaico.
Antonio regresó a Granada para aprender la taracea andaluza. Al volver a la Isla, aplicó sus conocimientos sobre la técnica según las obras autóctonas construidas a partir de este método que fue visitando, como por ejemplo algunas piezas de la sede del Obispado de La Laguna. Tras 12 años de trabajo, recuperó junto con sus hijos la taracea canaria. Actualmente guarda una serie de figuras modernas exclusivas fabricadas a través de esta técnica ancestral.

Antonio ya no vende ni expone lo que trabaja. Cree que la artesanía ya no se paga como se merece: "En estos tiempos de crisis, la gente si ahorra algo prefiere gastárselo en móviles antes que una obra de arte", opina. Por eso, guarda en su taller todo lo que hace, excepto algunos encargos que aun le solicitan. Según sus palabras, su mayor recompensa es que la gente vaya al taller a contemplar sus obras.

En su día, Jiménez vivió muy gracias a su trabajo. La más importante de sus obras fue la talla de San Juan que atesora la farmacia del Vaticano, una escultura de ébano y marfil en la que invirtió un mes y medio. Nada comparado con los dos años que tardó en moldear los 800 kilos de mármol de la figura de Teobaldo Power de la capital tinerfeña.

De todas las disciplinas que domina, la escultura es su favorita: "Cada figura forma parte de ti. Cuando la terminas y se la llevan te queda una vacío dentro", confiesa emocionado.

Este manufacturero no confía en el futuro de la artesanía, pues piensa que "los alumnos de Bellas Artes aprenden la teoría, pero no el oficio". Para evitarlo, este lagunero de adopción lleva 20 años dando clases de talla de madera en Puerto de la Cruz por cortesía del Ayuntamiento de este municipio, gracias a las que sobrevive. Pero con una diferencia: "No enseño arte, sino un oficio".

Antonio Rodríguez cree que aún le queda mucho por aprender. Resta importancia a lo que hace, que según dice, consiste en "quitar lo que le sobra" a un bloque de madera, piedra o mármol. Ahora mismo trabaja en una colección de piezas de marfil de hasta 2 milímetros y medio de tamaño, que no puede vender por tratarse de un material ilegal. No piensa en abandonar el oficio, pues le sirve de entretenimiento. Disfruta de lo que hace, por eso en el taller no hay ni siquiera una radio: "Me gusta escuchar el sonido del torno", asegura el maestro.

Semillas contra la violencia

LA LAGUNA (La Opinión) Murales estampados con témperas de colores, talleres de manualidades y hasta una granja-escuela hicieron ayer del colegio público Montaña Pacho una auténtica fiesta infantil para concienciar a los menores contra el maltrato a las mujeres. Los 300 alumnos disfrutaron en la cancha deportiva del centro de éstas y otras actividades con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Machista. Las jornadas sirvieron al mismo tiempo para conmemorar el Día Universal del Niño, que tuvo lugar el pasado domingo.

Las actividades estuvieron destinadas sobre todo a padres y alumnos del centro educativo, y se prolongaron desde las 8:00 hasta las 13:30 horas. El colegio suspendió las clases para abrir sus puertas a las familias de los niños, que respondieron de manera positiva, ya que llegaron a reunirse más de un centenar de padres.

El programa, en colaboración con el Ayuntamiento de La Laguna, se desarrolló en torno a tres puntos fundamentales. El primero de ellos fue la convocatoria de 15 ONG relacionadas con la infancia y la violencia machista que informaron a los padres de los alumnos a través se sus puestos sobre los diferentes proyectos que llevan a cabo desde las distintas delegaciones.

Allí estuvieron por ejemplo Apanate, Down Tenerife, Proyecto Hombre o la Unidad de Infancia, dedicada a acoger a niños con problemas familiares. Una de sus técnicos, Sandra Medina, piensa que iniciativas de este tipo "deben impulsarse más a menudo".

Por otro lado, los padres asistieron a un programa de conferencias de temática variada que fue inaugurado por Cristina Tavío, presidenta del Partido Popular de Tenerife. Desde el Ayuntamiento de La Laguna intervinieron Blanca Pérez, concejal de Bienestar Social del municipio, y el Grupo Gara de la Concejalía de Seguridad Ciudadana. Además, otras dos unidades municipales ofrecieron charlas sobre absentismo escolar y cómo evitar la drogodependencia en los menores.

Pero para Karina Jiménez, madre de uno de los alumnos de Montaña Pacho, la charla más interesante fue la de la Asociación Beatriz sobre violencia machista, ya que en ella se aportaron datos oficiales sobre el tema y cree que "esa es la forma de ayudar, pues desde la ignorancia, si no somos conscientes de ello, poco se puede hacer por evitar el problema", afirma.

Mientras tanto, en las canchas deportivas del colegio, los alumnos se dividieron por edades para ir realizando las distintas actividades que allí se organizaron: canciones, talleres de sales de colores y La feria de los valores de Aldeas Infantiles, entre otras.

Sin embargo, según comentó Nazaret Martínez, una de las voluntarias del IES La Laboral que colaboraron con los niños en los juegos, "no estuvo muy bien organizado, porque no dio tiempo a que todos los alumnos probaran todo, como estaba previsto".

El alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, visitó las instalaciones del colegio Montaña Pacho y destacó la importancia de esta iniciativa pionera, que "al trabajar con los más pequeños, permite formar a personas respetuosas".

jueves, 24 de noviembre de 2011

El espacio de El Tranvía es el que más actividades celebra

LA LAGUNA (La Opinión) Casi 26.000 de ellos acudieron al Espacio Multifuncional El Tranvía, en La Cuesta, el que más actos celebra, según aseguró ayer el concejal de Participación Ciudadana, Yeray Rodríguez.

El segundo centro más visitado por los laguneros fue el de Las Madres, en Padre Anchieta, con casi 15.000 vecinos. Las asociaciones de Valle de Guerra y Pérez Soto superaron los 5.000 visitantes, mientras que San Matías II, por su parte llegó casi a los 4.000 vecinos.
El resto de los centros ciudadanos de La Laguna acogieron alrededor de 1.500 habitantes, excepto los de Vistamar y La Punta, que apenas rozaron los 1.000.

Con motivo de la celebración de la Noche en Blanco el próximo sábado, el Ayuntamiento de La Laguna llevará a cabo una campaña informativa para dar a conocer a los ciudadanos los centros que tienen a su disposición en el municipio, su ubicación, horario y la oferta lúdica, cultural y formativa que ofrecen.

El objetivo de este plan es, según Yeray Rodríguez, que "el resto de ciudadanos que no forman parte de esos 80.000 conozcan la existencia de estos centros, que el Ayuntamiento ha construido para su uso y disfrute".

Rodríguez considera "esencial" el papel que juegan los ciudadanos en el desarrollo del municipio, ya que "su participación hace visible determinados problemas a los que las autoridades, por una mayor lejanía, muchas veces no pueden llegar". Teniendo esto en cuenta, casi 300 colectivos participaron en la última reunión que convocó el Consistorio para atender a las demandas de las diferentes asociaciones.
Como representación de esta idea, el área de Participación ha renovado su logotipo, resaltando la importancia de la sociedad en su nueva imagen.

Por otra parte, el también concejal de Turismo resaltó la necesidad de impulsar las visitas en las zonas de Valle de Guerra, Bajamar, Tejina y Punta Hidalgo. Estas localidades, que en su día fueron las más visitadas, han decaído en favor de la inmejorable posición turística que en este momento vive el casco.

San Honorato y San Juan, también en la Noche en Blanco

LA LAGUNA (La Opinión) Las dos primeras ediciones de la Noche en Blanco concentraron sus actividades en el casco histórico de la ciudad. Pero fue tal el éxito que otros barrios del municipio han querido sumarse a la jornada más multitudinaria de La Laguna. Este es el caso de los comerciantes de las zonas de San Honorato y San Juan, en los aledaños de la tradicional calle La Carrera, que se incorporan este sábado a la tercera edición y amplían así el perímetro de la fiesta.

Ambos barrios rodean el casco histórico de La Laguna, donde comenzaron a organizarse las primeras jornadas de la Noche en Blanco en los dos años anteriores. Para este 2011, no sólo las tiendas de San Juan y San Honorato permanecerán abiertas, sino que los comerciantes han organizado un programa completo de actividades a cargo de los diferentes establecimientos, relacionadas con su propia temática.

De esta forma, los visitantes podrán disfrutar de cerca de 20 iniciativas que se desarrollarán desde las 11 de la mañana hasta la madrugada a lo largo de las calles San Juan, Alfredo Torres Edward, Núñez de la Peña, 6 de diciembre y Capitán Brotons.

Lidia Pestano, propietaria de la tienda No es Pecado y una de las organizadoras del programa, asegura que el público debe ser consciente de que la Noche en Blanco "debe celebrarse también en esa zona, ya que está al lado de la calle La Carrera". Según Pestano, el hecho de que todas las tiendas del barrio permanezcan abiertas permitirá al público disfrutar de una zona más ancha y evitar las concentraciones de otros años. "Además", opina, "es también positivo para los comerciantes, ya que tenemos la ocasión de ampliar nuestro público habitual".

En su caso, la tienda de productos eróticos No es Pecado organizará un Tuppersex que se desarrollará desde las 19:00 y hasta las 22:00 horas en una carpa instalada en la plaza Secundino Delgado. Durante la actividad, una muestra de artilugios sexuales para mayores de 18 años, los asistentes podrán comprar cualquier artículo de los disponibles en la tienda.

Por otro lado, destacan las exhibiciones de baile en la calle San Juan, las actuaciones musicales en vivo a partir de las 21:00 horas y la exhibición de peluquería y maquillaje a cargo de la tienda Exhíbit, así como dos desfiles de moda y complementos organizados por la tienda Déjalo Ser, a partir de las 19:30 horas. Además, una batucada recorrerá toda la zona comercial San Juan y San Honorato a lo largo de toda la tarde.

Muchas de las actividades estarán destinadas a los más pequeños, como las fuentes de chocolate o el castillo hinchable que instalará el Ayuntamiento, así como el cuentacuentos de la tienda Ilusiones . Estos actos infantiles se concentrarán desde las 11 de la mañana hasta media tarde.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Cabildo premia a los 15 artesanos más veteranos

SANTA CRUZ DE TENERIFE (La Opinión) La artesanía tinerfeña, de tradición casera, queda relegada en la actualidad al ocio de aquellos ancianos que en su día la aprendieron como forma de subsistencia ante unos tiempos difíciles. A 15 de ellos les dedicó ayer un acto el Cabildo insular, con el objetivo de reconocer su labor e impulsar el oficio en Tenerife.

Con motivo de la celebración del Día Insular de la Artesanía, el Salón Noble de la corporación insular acogió la entrega de los llamados Premios a toda una vida para los 15 manufactureros de más de 80 años por su dedicación a los oficios de caladora, constructor de instrumentos musicales de percusión, juguetero, cestero y carpintero, entre otros.

Ricardo Melchior, presidente del Cabildo, destacó la "importante" labor de todas estas personas que han hecho de la artesanía "algo esencial para nuestro pueblo". Melchior aseguró sentirse "muy orgulloso" de que en ellos se vea representada, según sus palabras, toda la Isla, y les agradeció "el conocimiento" y "el ejemplo" que transmiten a las nuevas generaciones.

Por su parte, Efraín Medina, consejero insular de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo resaltó de los premiados su contribución al desarrollo económico de Tenerife y el rol que cumplen en la cultura del pueblo, ya que "facilitan la transmisión de las costumbres, identidad e idiosincrasia autóctonas". Los 15 artesanos recibieron de manos de las autoridades insulares una placa conmemorativa y un galardón. Tres de ellos no pudieron estar presentes en el acto por razones de salud, como el mayor de todos, Urbano García, de 94 años y creador de instrumentos de percusión.

Todos ellos comenzaron en el oficio siendo tan solo unos niños, forzados por las necesidades económicas que el contexto del momento les planteaba a sus familias. Joaquina Díaz, por ejemplo, una de las caladoras condecoradas, era tan pequeña cuando aprendió que ni siquiera recuerda la edad.

La mayoría de los artesanos aprendieron el oficio en el seno de su familia, de la mano de sus padres y hermanos, pero ahora no encuentran generaciones que les sustituyan. Confiesan que los productos manufacturados ya no se venden, mientras que antes, a pesar de que no ganaban mucho, les servía para cambiarlo por otros servicios o al menos para sobrevivir. "Antes vivía apurada con el trabajo", afirma Miguelina Delgado, para añadir que "ahora trabajo para entretenerme, porque con este oficio no se ganan ni 50 céntimos al día". Suya es una de las dos exposiciones que la sede del Cabildo albergó ayer para acompañar el acto.

Por su parte, Ángela Alonso agradeció muy emocionada los galardones en nombre de todos los premiados. Su trabajo ha sido reconocido en otras ocasiones en Fuerteventura y en Gran Canaria.

Todas las caladoras, cesteras y roseteras siguen trabajando en la actualidad. Lo que un día fue su forma de ganarse la vida es ahora el hobby que las distrae. En sus casas, sin taller, como han trabajado toda la vida.

Clara Cano, una de las roseteras condecoradas, regala todo lo que hace a sus conocidos. Actualmente está trabajando en un manto para cubrir al Cristo del paso del féretro de la Semana Santa de Vilaflor.

Para terminar, los responsables de la corporación insular entregaron el Premio Tenerife al Fomento y la Investigación de la Artesanía de España y América 2011, que en esta ocasión recibió la antropóloga argentina Laura Ana Cardini, por su trabajo sobre los procesos de producción y comercialización de las artesanías indígenas de los pueblos tobas de la ciudad de Rosario (Argentina).

Juan Carlos Camacho, miembro del jurado que falló el premio, fue el encargado de entregarle el galardón ante la palpable emoción de toda su familia. La joven argentina resaltó el papel tan importante que juega la artesanía en la identidad de los pueblos.

martes, 22 de noviembre de 2011

La juventud de La Cuesta pide más ocio

LA LAGUNA (La Opinión) Un local de ensayo musical, material deportivo o Wi-Fi gratis son algunos de los equipamientos que los habitantes más jóvenes de La Candelaria echan en falta en el distrito. Así se lo hicieron saber ayer a las autoridades desde el Espacio Multiusos de la plaza del Tranvía en La Cuesta, donde tuvo lugar la charla El barrio que vivimos, el barrio que queremos.

El acto, como parte del foro Temas clave para barrios en movimiento partió de la iniciativa de Vecinos al proyecto, un grupo de habitantes de la zona que lleva desde 2004 ejerciendo como portavoz ante el Ayuntamiento para impulsar las mejoras que cada uno de los sectores del barrio considera necesarias.

En esta ocasión, Francisco Barreto, como representante de los vecinos, recogió las críticas de los más pequeños de la zona: los alumnos de 6º de primaria del colegio Andrés Bermejo y otros jóvenes que viven o desarrollan su labor allí. Los chicos, de entre diez y once años, hablaron de su visión sobre el barrio y del futuro que les gustaría para él.

Cada verano tiene lugar en La Cuesta un campamento urbano durante el mes de julio que acoge a casi 400 niños, tanto de La Cuesta como de otros barrios e incluso municipios de la Isla. Las plazas se limitan según el número de voluntarios que coordinarán cada año las actividades.

Christian Cruz, uno de los coordinadores, afirmó ayer que no era necesario ni posible aumentar el número de plazas, ya que no hay tantas solicitudes que se quedan fuera y sería imposible realizar ciertas actividades con más niños, como por ejemplo las excursiones". Sin embargo, hay chicos del barrio que no han podido participar hasta el momento, por lo que ayer reivindicaron la ampliación del número de vacantes.

Cruz definió al colectivo joven de La Cuesta como uno de los más fuertes y activos del municipio. "Son capaces de cualquier cosa, por eso La Candelaria debe contar con ellos para todo", afirmó.

En cuanto a las actividades deportivas, el entrenador y coordinador del Club Deportivo Candelaria, Jonay del Castillo, animó a los padres y vecinos del barrio a apuntar a los niños al equipo de fútbol y a demostrarles su apoyo. El entrenador lamenta la falta de equipos en algunas categorías, ante la escasez de jugadores para completarlos.

Tanto él como Sergio, alumno de 6º de Primaria del colegio Andrés Bermejo consideran muy necesaria la creación de instalaciones deportivas propias del distrito, ya que los equipos tan sólo disponen de las instalaciones que el colegio Salesiano pone a su disposición, así como material deportivo.

Por otro lado, los chicos expusieron su petición acerca de locales de ensayo para grupos musicales. César Barreto, vecino del barrio y director de la única batucada de allí, expresó su deseo de poner en marcha una escuela de samba, ya que la edad de los más pequeños no les permite participar de su grupo. Como inconveniente, tan sólo habría siete u ocho niños para formar parte de la escuela, lo que imposibilita su creación. De hecho, Barreto es el único componente de su batucada que reside en La Candelaria.

Además, varias alumnas del colegio Andrés Bermejo propusieron a los vecinos la creación de una murga local, ya que ellas deben trasladarse hasta el barrio de La Salud para tomar parte de estas agrupaciones carnavaleras.

Para finalizar, los chicos reconocieron la seguridad del barrio y solicitaron al Consistorio una actualización tecnológica, por ejemplo mediante la instalación de puntos de Wi-Fi gratuitos.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Los pies que llevan a la mano que elige

SANTA CRUZ DE TENERIFE (La Opinión) José Cruz y Alcina Goya son un matrimonio de 90 años de El Sauzal que lleva mucho tiempo sin salir de casa. Hace dos años que José está postrado en una silla de ruedas debido a sus problemas de artrosis en ambas rodillas. Alcina camina con dificultad. Ayer, ambos votaron gracias a una unidad móvil de la delegación de Cruz Roja en Tacoronte, que les trasladó hasta el colegio electoral para ejercer su derecho. Así lo hicieron otros cinco vecinos más de esta localidad durante el resto del día.

Esta iniciativa se lleva a la práctica desde hace varios años en la provincia. Sin embargo, es la segunda vez que se pone en marcha por parte de los voluntarios de Tacoronte. En mayo recibieron cuatro solicitudes para recoger a los ancianos en sus casas, trasladarlos ta los colegios electorales y llevarles de nuevo a sus domicilios.

Las peticiones han ascendido a siete para esta segunda ocasión. Candelaria García, coordinadora de Cruz Roja en Tacoronte desde hace 25 años, participa de nuevo en el proyecto en estas elecciones generales. Candelaria reconoce que "en mayo resultó un poco caótico al principio, puesto que era la primera vez que se hacía. Pero los usuarios quedaron muy satisfechos y, sobre todo, los familiares, ya que muchas veces no tienen tiempo o los medios adecuados para llevarlos ellos mismos".

La unidad móvil de este año, que opera con voluntarios de la sede de Tacoronte, estuvo compuesta por cuatro personas: la coordinadora, Candelaria García; José Hernández, conductor del vehículo adaptado; José Manuel García, Ayudante Técnico Sanitario y referente de voluntariado; y Marcelino Rodríguez, referente de mayores del centro de Tacoronte. Todos ellos acudieron a las 10:30 horas hasta el domicilio de José y Alcina en El Sauzal para recogerlos, ya que esta unidad cubre los municipios de Tacoronte, El Sauzal y La Matanza. Al no conocer el servicio, en las elecciones regionales, insulares y locales el matrimonio no ejerció su derecho al voto, ya que, según Alcina, sus hijos están casados y "cada uno hace su vida", así que no pueden llevarlos.

Esta vez conocieron la iniciativa a través del Ayuntamiento de El Sauzal, que trabaja con Cruz Roja de Tacoronte por medio de un convenio de transporte adaptado. Un vehículo especial de la Cruz Roja permitió a los operarios subir la silla de ruedas de José a través de una rampa levadiza y llevarlo junto a su mujer al centro electoral anexo al mercado municipal de su localidad, donde votaron.

Puesto que los voluntarios de Cruz Roja no están autorizados para intervenir en el voto, los ancianos suelen traer sus sobres con las papeletas en su interior para, una vez que los operarios buscan con sus DNI la mesa que les corresponde, depositar el voto directamente. Una vez terminado el proceso, Cruz Roja traslada a estas personas de vuelta a su domicilio.

La segunda recogida de la mañana tuvo lugar en Tacoronte, en casa de Rufina Barroso, una anciana de 82 años que vive sola y participa muy a menudo de las actividades de la institución humanitaria en el pueblo. Es por ello que los voluntarios demuestran un cariño y una ternura especial hacia ella. Rufina vive sola. Aunque tiene dos hijos, viven lejos de ella. Por eso en las últimas elecciones tuvo que coger un taxi para llegar al colegio Castro Fariñas, donde ha votado toda la vida. Este año solicitó el servicio directamente en la sede de Cruz Roja de la localidad.

Rufina camina con dificultad, ayudándose de un andador que le da seguridad, ya que le tiemblan las piernas, y tiene que apoyarse sobre los operarios para subir y bajar del vehículo, pues no confía en la plataforma levadiza. A diferencia del centro de El Sauzal, el colegio de Tacoronte donde Rufina vota tiene solo una sala, por lo que hay una gran cola de espera. Sin embargo, los voluntarios pidieron permiso para que Rufina Barroso pasara sin esperar, ya que no puede permanecer de pie mucho tiempo. Con la ayuda de los operarios de Cruz Roja y ante la atenta mirada de los vecinos que la saludaban, Rufina llegó hasta la mesa y depositó su voto "un poco nerviosa", según aseguró.

Tras devolverla a su casa, la unidad móvil aún recogió a dos personas más en Tacoronte y una en La Matanza para el mismo proceso. Por la tarde, acudieron hasta el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria en Santa Cruz para ayudar a sus compañeros de la delegación provincial.

La ciencia sale a la calle

LA LAGUNA (La Opinión) Nemesio Pérez, director del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), acaparó ayer la atención de todos los presentes en los alrededores de la torre Agustín Arévalo de la avenida de La Trinidad. El vulcanólogo ofreció una charla sobre la reactividad magnética de la isla de El Hierro en el marco de la feria sobre la ciencia que acoge la Universidad de La Laguna (ULL). Nemesio explicó que según el seguimiento que realiza el ITER de la actividad sísmica en El Hierro, los movimientos han ido en progresivo aumento desde mediados de julio hasta llegar a cifrarse en más de 11.000 en la actualidad, cuando hasta entonces habían permanecido por debajo de la decena.
Las investigaciones le permiten afirmar que existen más fracturas terrestres en El Hierro, además de en La Restinga, pero que "no contienen magma". Ante tal situación, Pérez reconoció la preocupación de los expertos que lo vigilan.

La feria sobre ciencia y tecnología que acoge el campus antiguo de la Universidad de La Laguna desde el pasado jueves y hasta hoy se enmarca dentro de las Semanas de la Ciencia y la Innovación en Canarias 2011, que comenzaron el pasado lunes y se prolongarán durante toda la próxima semana hasta el domingo 27, con actos en diferentes lugares de las Islas. Esta actividad, promovida por el Gobierno de Canarias a través de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) se puso en marcha con el objetivo de estimular la generación y el uso de nuevas ideas y conocimientos, así como despertar vocaciones científicas entre los más jóvenes.

Ellos fueron los protagonistas de la jornada de ayer. Los alumnos no universitarios de los institutos y colegios de La Laguna acudieron al recinto ferial, en los aparcamientos de la torre Agustín Arévalo, acompañados de sus profesores para presenciar, entre otras actividades, la emisión de del documental La erupción del Teneguía, un volcán amable.
La profesora de Ciencia del Seminario Menor Diocesano, del cual asistieron alumnos de todos los cursos desde 6º de primaria hasta 4º de la ESO, se mostró especialmente satisfecha con la actividades sobre astrofísica. Los estudiantes más pequeños participaron además de un taller de papiroflexia para fomentar la creatividad en el que debían utilizar cartón para, una vez forrado con plastilina, dar forma a las distintas Islas.

Alia Mint, alumna de segundo de bachillerato del instituto San Isidro, se confesó un tanto decepcionada con la feria: "Yo pensé que estaría más enfocada a la física o la biología. Sin embargo, casi todas las actividades tienen que ver con la astrofísica o las matemáticas". Laura Montesinos, estudiante de primero de bachillerato del centro Óscar Domínguez, se mostró por el contrario satisfecha: "Explican todo muy bien y vienen empresas de varios ámbitos".
La feria también atrajo a estudiantes universitarios como a Jesús Palmés, de 21 años y alumno de Magisterio de Educación Física: "He pasado por aquí y me ha llamado la atención todo esto. Es muy llamativo". Jesús probó cada uno de los juegos de habilidad de lógica matemática que la Sociedad Canaria de Prefesorado de Matemáticas Isaac Newton, con sede en La Laguna, instaló en la zona lúdica del recinto.

El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) coordina las múltiples actividades que se han organizado para estas dos semanas. Según Miguel Márquez, técnico del departamento de Agua del ITC, pretenden "sacar a la calle la ciencia para que la gente la conozca, desde una perspectiva lúdica".

Las actividades que tiene lugar en la ULL se basa en concreto en dos tipos de eventos. Por un lado, cada entidad de investigación del Gobierno de Canarias cuenta con un stand a título informativo donde realizar muestras sobre su actividad específica, y por otro se celebran pequeños talleres de temáticas diversas para mostrar a los alumnos a través de experimentos la especialidad de cada entidad participante: el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, el Museo de la Ciencia y el Cosmos o el Instituto de Astrofísica de Canarias, entre otras.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Un paseo por los jardines de la ciudad

LA LAGUNA (La Opinión) Muchos laguneros pasean por sus calles a diario ajenos a la frondosidad vegetal del municipio. Las zonas verdes se han incorporado a la cotideaneidad de los vecinos, incapaces de apreciar que los parques y jardines contribuyeron en 1999 a que el casco histórico fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Domingo Rodríguez, licenciado en Geografía por la Universidad de La Laguna, empeña todos sus esfuerzos en lograr el reconocimiento popular de las zonas verdes del municipio. Con este objetivo ofreció ayer la primera de las conferencias de la tarde en el último día del curso Los patrimonios de La Laguna, bajo el título Jardines, parques y lugares de naturaleza paisajista de La Laguna. Domingo es además técnico del Proyecto Estructurante del Patrimonio Cultural Canario (Patrival) del Gobierno de Canarias, en el apartado que compete al reconocimiento de jardines y parques.

Rodríguez argumentó la necesidad de declarar la naturaleza lagunera como parte del patrimonio de la ciudad en varios factores. El primero es la enorme biodiversidad que se encuentra en cada una de las zonas verdes. El geógrafo asegura haber contado hasta 60 especies vegetales diferentes en la mayoría de los jardines. Como ejemplos de esta biodiversidad se encuentran la vegetación acuífera del parque de La Constitución o los distintos tipos de palmeras que pueblan el parque de La Vega.

Asimismo, el catálogo del Cabildo insular declara los árboles de La Laguna como especies "monumentales", dado que mejoran la calidad del aire y contribuyen a cuidar el medio ambiente mediante el control del cambio climático. Especies características de este tipo son el drago autóctono canario que preside la plaza del Adelantado y las palmeras abanico de la plaza de La Catedral.

El valor patrimonial más perceptible está en el diseño de estos jardines, ya que se configuran como exposiciones artísticas que acogen obras como el busto de José Martí, en la plaza de La Constitución o la fuente de la plaza del Adelantado.

Por último, Domingo Rodríguez enfatizó en el uso social que se da a las zonas verdes del pueblo, de las que participan los vecinos y que lo convierten, según sus palabras, en "patrimonio intangible". Sirven de ejemplo el parque infantil de San Benito o las actividades deportivas por excelencia del camino de Las Peras.

Como resultado, Rodríguez definió los parques y jardines laguneros como un "patrimonio de enorme interés que debemos valorar y conservar, para lo que", apuntó, "es necesario conocerlos de otra manera". Con este objetivo, Domingo propuso a los vecinos una ruta de 2,5 kilómetros por las zonas verdes que rodean el caso histórico, partiendo de la plaza del Adelantado y hasta la plaza de La Constitución, dejando atrás el jardín de Cabrera Pinto, el parque de La Constitución, el de La Vega y el camino de Las Peras, entre otros lugares.

jueves, 17 de noviembre de 2011

En busca de las fuentes perdidas

LA LAGUNA (La Opinión) El pasado del municipio lagunero, ligado a la existencia del embalse que le da nombre, dio lugar a numerosas fuentes y manantiales que aún hoy se conservan. Pero no todos son conocidos por sus habitantes, sino que muchos de ellos permanecen relegados a la memoria de quienes algún día acudieron a ellos en busca del agua que no podían consumir de la laguna. De algunas de estas fuentes ni siquiera se conserva su nombre ni el lugar donde estuvieron.

A encontrarlas y describir todo este legado se dedica Miguel Ángel Gómez, licenciado en Historia, que está llevando a cabo como parte de su tesis doctoral. Bajo el título La impronta del agua en el patrimonio de San Cristóbal de La Laguna, Gómez ofreció ayer una de las conferencias del curso Los patrimonios de La Laguna. Con el objetivo de resaltar algunos de los ámbitos más destacados del panorama cultural de La Laguna, estas jornadas finalizan esta tarde en la Casa de Ossuna con las dos últimas conferencias.

El valle de La Laguna surge como el barranco de prolongación de la zona montañosa de Anaga, limitando por el oeste con el relieve de Las Mercedes y el Portezuelo, y con la montaña de Los Roques por el este. La barra de basalto que rodea a esta última impide el descenso del agua a su paso por La Laguna, lo que provoca el estancamiento del agua a su paso por el municipio.

Éste se funda a finales del siglo XV en torno a la plaza de La Concepción, anexa al lago. Sin embargo, el agua no era potable, por lo que el afán por canalizarlo desde otros lugares hasta aquí persiguió al Cabildo de Tenerife durante siglos sin llegar a conseguirlo en mucho tiempo. De ahí que la plaza fuera bautizada como La plaza de la pila seca.

Fue entonces cuando el Cabildo llevó a cabo la construcción de un pozo en la plaza del Cristo. Éste, junto con la fuente del Drago y la de Los Mirlos, solucionaban los problemas de abastecimiento de pueblo. Sin embargo, el suministro se quedaba corto para todos los habitantes.
Las inundaciones en la zona de La Concepción eran muy frecuentes en invierno, dado el fuerte ascenso del nivel del agua de la laguna. La zona se convertía entonces en un conglomerado fangoso, ya que el pantano era utilizado como dehesa de los numerosos rebaños y ganados que pastaban a su alrededor. Tanto era así, que el barro se utilizaba para la fabricación de las tejas con las que los vecinos construían sus casas, cuenta el profesor Miguel Ángel Gómez.

Ante el mal estado de las zonas colindantes al lago, a principios del siglo XVI, el Adelantado Alonso Fernández de Lugo intentó trasladar a los laguneros hacia la zona baja, en torno a la actual plaza de los Remedios, ya que el terreno era más llano. Por esta razón, en siglos posteriores comenzaron a cavarse pozos en la mayoría de las casas del norte de La Laguna que aún hoy persisten, mientras que son muy pocos los que pueden encontrarse en el sur.

En 1513 comienza la canalización del agua de Las Mercedes hasta el municipio por medio de cañerías de madera, a las cuales se incorporaban unos filtros, denominados rayos, que limpiaban el fluido de tierra y desperdicios. Son auténticos acueductos que muy pronto comenzarán a construirse con barro, ya que este material se deterioraba menos que la madera y era un sistema más impermeable, detalla el historiador.

A los nacientes de Las Mercedes era común que acudiesen las mujeres para lavar sus ropas. Había veces que empleaban un día entero en hacerlo. Sin embargo, era una manera de entretenerse, sociabilizar, informarse y salir de casa solas con el consentimiento conyugal. Pero pronto las autoridades les prohibieron hacerlo. A partir de entonces, recogían el agua en recipientes y lo trasladaban hasta sus casas, donde realizaban la colada.

A partir del siglo XVIII, dos grandes acuíferos surtirán a los habitantes de La Laguna: el de La Esperanza y, el más importante y propio del municipio, Madre del Agua. Este último se convirtió en el principal lavadero de las mujeres laguneras. Su agua era canalizada hasta el pilar próximo al convento de San Francisco, lugar donde todavía hoy se conservan los lavaderos y el llamado tanque de San Francisco.
El uso actual de la Madre del Agua, situado a 400 metros de altura, queda reducido al regadío de fincas, ya que el fluido no es potable por encontrarse contaminado. De sus aguas se alimenta Tanque Grande, cuyos lavaderos también se conservan aún en el Camino de las Peras.

Otra fuente que persiste es la del Drago, situada en el barrio de Gracia y de la cual se surten todos los pequeños valles de los alrededores, como Valle Vinagre.

Parte del patrimonio hidrológico de La Laguna lo forman también los molinos de agua. Aún se conservan algunos, dando nombre a la calle de detrás de la universidad.

El legado se completa con las placas de piedra, tradición romana, que se inscribían sobre los acueductos para promocionar a los constructores. Hasta hace muy poco se mantuvo la de la plaza de San Francisco, cuya desaparición se debió a la reforma del edificio donde se situaba para crear la actual residencia de ancianos.

Son muchos los topónimos que conserva La Laguna relacionados con el agua: la calle con el mismo nombre, la calle del pozo, la fuente de Las Negras, la del Cuervo, la de los Álamos, etc. Todas ellas son conocidas por los laguneros, pero aún existen muchas otras que permanecen en el olvido, de no ser por la memoria de aquellos mayores que ayudan a Miguel Ángel Gómez a reconstruir el importante legado hidráulico del municipio.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Los misterios del Cristo y del patrimonio, al descubierto

LA LAGUNA (La Opinión) El Cristo de La Laguna, la imagen de más devoción de la ciudad, encabeza una lista de efigies aún hoy consideradas milagrosas en el municipio. Esta condición, originada en las últimas décadas del siglo XVI se ha mantenido con el tiempo, como no ha sucedido con muchas otras obras artísticas.

El estudio de dichas obras centró ayer la conferencia Arte y milagros en La Laguna durante el Barroco, ofrecida por Carlos Rodríguez Morales en el salón de actos de la Casa de Ossuna lagunera. El acto inauguró el curso Los patrimonios de La Laguna, que se prolongará durante hoy y mañana en el mismo lugar con un total de seis conferencias que tienen por objetivo resaltar algunos de los ámbitos más destacados del panorama cultural de La Laguna.

Según Carlos Rodríguez, la fama milagrosa de ciertas esculturas y pinturas ha tenido consecuencias artísticas, al ponerse de moda paralelamente el culto y las imágenes.

Durante el Barroco, la presencia de lo milagroso era mucho más habitual que en la actualidad, sobre todo en el arte. Las imágenes aparecían y desaparecían, sudaban, lloraban, se comunicaban con los fieles o les libraban de enfermedades. Este hecho hizo persistir la devoción a unas imágenes frente a otras, como ocurrió con las dos figuras religiosas más importantes de la Isla: la Virgen de Candelaria y el Cristo de La Laguna.

Misterio y milagro son conceptos asociados, de modo que las dudas sobre la antigüedad de una imagen, la forma en que llegó al lugar donde recibe culto o su autoría contribuyen a una mayor consideración de la obra. Como ejemplo, se cree que en la compra del Crucificado del convento franciscano por el Adelantado habría participado un hombre misterioso, y que el Cristo lagunero, la Virgen de Candelaria y la Virgen de la Concepción llegaron a Tenerife traídos por ángeles.

No sólo se atribuían poderes a la propia imagen del Cristo lagunero, sino también a ciertos elementos ligados a su culto, como a los velos que cubrían su nicho o a la primitiva cruz sobre la que se le rendía culto, de la que fueron arrancándose paulatinamente astillas hasta el punto de que su tamaño llegó a reducirse.

martes, 15 de noviembre de 2011

El cauce de la nostalgia

LA LAGUNA (La Opinión) El barranco de Santos, a su paso por el barrio de La Candelaria fue en su día centro neurálgico de la zona. Hoy, desperdicios y basura se amontonan en las laderas de sus montañas, suscitando la nostalgia de quienes, algún día jugaron, trabajaron y vivieron en este lugar.

La historia del barranco centró ayer la ruta guiada que los mayores de La Candelaria realizaron por las calles del barrio, coordinados por el profesor de Geografía Humana de la universidad de La Laguna, Vicente Zapata. La actividad forma parte del tercer día del ciclo Temas clave para barrios en movimiento, que aún se prolongará durante los dos próximos lunes del mes, dentro de la iniciativa Vecinos al proyecto.

El barrio lagunero de la Candelaria se enmarca hoy en torno a dos puntos clave de La Cuesta: la carretera general que une La Laguna con Santa Cruz, y el barranco de Santos. En este último desemboca lo que en su día fue la finca de El Becerril, que dio nombre antiguamente al barrio.

La idea de los vecinos es construir un paseo alrededor de estos dos puntos, ya que los peatones carecen de un lugar donde poder caminar a sus anchas.

Entre esos dos lugares se encuentra la plaza del Tranvía, que ha permanecido en ese mismo lugar desde los orígenes del barrio. Un barrio que nació desestructurado en torno a lo que hoy es el mirador del barranco, restaurado recientemente con fondos municipales. A partir de este lugar, comenzaron a construirse las calles, que fueron numeradas partiendo del cero. Hoy ofrece unas vistas fabulosas a las laderas del barranco, un lugar abandonado que ha perdido la vida que tenía a mediados del siglo pasado, cuando surgió La Candelaria.

En aquella época, una enorme cascada bañaba la montaña, cuyo agua desembocaba en la charca y la presa en las que murieron ahogados varios vecinos.

Eran tiempos en los que las mujeres aprovechaban la corriente para bajar a lavar su ropa, el único uso del que disfrutaban los vecinos, pues era utilizada para regar las plantaciones de algodón, alfalfa y tomates de la finca de El Becerril. Tan sólo tres aguadores aprovechaban el recurso para hacer negocio con su venta.

Cabras y ovejas pastaban a sus anchas, mientras que varios camellos majoreros cargaban el picón y la arena extraídos de la montaña con los que se construirían las viviendas. También los niños trepaban la montaña en busca de cardones secos con los que las madres harían el potaje.

El barranco de Santos es, además, la mayor necrópolis aborigen encontrada en la Isla. Los restos de los guanches se conservan actualmente en el Museo de la Naturaleza y el Hombre, del Cabildo tinerfeño. Hasta sesenta cráneos fueron extraídos de una misma cueva cuando todavía habitaban familias en las laderas de este accidente geográfico que nace en La Laguna y desemboca en Santa Cruz.

A la zona vinieron a vivir vecinos de La Esperanza e incluso de Tejina, quienes debían ganarse la vida pidiendo limosna. Sus casas eran muy pobres, cuevas excavadas en la ladera de la montaña que aún hoy persisten, no como viviendas, sino como refugio de perros de caza y otros animales.

Actualmente, al situarse a las afueras del casco urbano son los propios vecinos quienes maltratan el barranco arrojando basuras y desperdicios a su cauce. Tras haber reformado la zona del tranvía, la plaza y el mirador, el barranco de Santos centra ahora la atención de la iniciativa Vecinos al proyecto, quienes pretenden rescatarlo del estado de marginalidad a la que se ve condenado en estos tiempos.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Cruz Roja premia a voluntarios, socios y políticos por su labor humanitaria

LA LAGUNA (La Opinión) La Cruz Roja entregó ayer las medallas de oro, plata, bronce y a la constancia durante una ceremonia celebrada anoche en el teatro Leal de La Laguna. Entre los galardonados con los primeros premios se encontraba el Ayuntamiento de Aguere, que fue reconocido por su constante colaboración con la labor humanitaria de la entidad, así como por impulsar el desarrollo social del municipio. Su alcalde, Fernando Clavijo, fue el encargado de recoger el premio.

Otra de las medallas de oro fue para Jerónimo Saavedra Acevedo por su apoyo incondicional a Cruz Roja durante su dilatada trayectoria política y a las múltiples iniciativas de carácter social que ha impulsado desde las diferentes instituciones que ha presidido. Saavedra fue el encargado de agradecer a la entidad el galardón en nombre de todos los premiados. Según sus palabras, "el premio fortalece sus vínculos y su voluntad a favor de la Cruz Roja".

El acto estuvo presidido por José Manuel Suárez del Toro, presidente de Cruz Roja Española, quien homenajeó a Alejo R. Trujillo, presidente de la entidad en Canarias, por su labor en las Islas.

Paulino Rivero, presidente del Gobierno en Canarias, definió el espíritu de Cruz Roja en dos palabras, que, según afirmó, deberían servir como guía a todos los ciudadanos: solidaridad y compromiso. El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, expresó su orgullo por colaborar a menudo con la organización no gubernamental. Por último, la delegada del Gobierno en Canarias, Dominica Fernández, reclamó apoyo para la Asamblea insular de Cruz Roja en El Hierro, por su papel en la crisis volcánica.

´Es más barato llevar a los niños a los caballos que a un centro comercial´

LA LAGUNA (La opinión) Natalia Rodríguez, de 40 años, es la nueva presidenta del Club Hípico La Atalaya de La Laguna. Es diplomada en Turismo y actualmente se prepara para convalidar sus estudios con el nuevo grado.

–¿Cómo empezó su afición por los caballos?
–Cuando tenía 15 años. Un día fui a caminar con mi padre por la montaña que ahora queda justo por encima del Club. Vimos a alguien montando a caballo y sentí curiosidad por probar. Empecé a montar en las cumbres de Casa Tito hasta que se construyó el Club de Hípica. Y desde entonces he formado parte de él hasta ahora.

–¿Nunca lo ha dejado?
–Lo abandoné un poco cuando tuve mis dos hijos. Pero me planteé dejarlo definitivamente hace dos años, cuando tuve un accidente bastante grave. Estaba montando en un campo de eucaliptos en los alrededores del Club cuando el caballo se asustó con una bici que pasaba en ese momento. No pude controlarlo y choqué contra los eucaliptos. Entonces prometí por los niños que no volvería a montar, pero a los tres meses, aún con las cervicales dañadas y sin recuperarme del todo, volví a subirme a un caballo.

–¿Ha recibido algún premio?
–Sí, he sido varias veces campeona nacional en las modalidades de doma y salto.

–¿Es usted la primera mujer al frente del Club La Atalaya?
–No, soy la segunda. Antes de mí hubo otra mujer, Carmen Sevilla. Pero sí soy la presidenta más joven que ha habido en el Club.

–¿Qué nuevos proyectos y metas tiene la nueva directiva?
–Ahora mismo estamos centrados en recuperar el Club para los socios, en dar la vuelta a la situación en la que lo hemos encontrado. Está totalmente hundido. Queremos devolver La Atalaya a la élite de la hípica, recuperar el nivel que llegó a tener hace 20 años. Al menos ahora su economía se encuentra saneada y con buenas perspectivas de futuro.

–¿Qué han pensado para lograrlo?
–Creemos que es necesario renovar todas las instalaciones. Tenemos que aprovechar que somos el Club Hípico con las mejores infraestructuras de Canarias y sin duda con la mejor ubicación, al lado de la capital pero en un enclave muy amplio y en directo contacto con la naturaleza.

–¿Cuántos empleados necesita un Club de tales dimensiones?
–Ahora mismo hay cinco empleados, sin contar con los de la cafetería y el restaurante.

–¿Cuánto cuesta ser socio del Club Hípico La Atalaya?
–Más o menos cada socio paga unos 300 euros mensuales, más la cuota de entrada. Para ésta damos muchas facilidades de pago. Se puede financiar.

–¿Hay que ser socio para hacer uso de las instalaciones?
–No. Normalmente los socios tienen aquí sus caballos o montan los nuestros, pero cualquiera puede aprender con nosotros doma, salto y paseo. Hemos lanzado una promoción para familias en la que por 100 euros mensuales se disfrutan de diez a doce montas. Los contratos se hacen de seis en seis meses, pero a partir de los dos años es obligatorio pasar a hacerse socio.

–¿En qué actividades del municipio participa el Club Hípico La Atalaya?
–Hasta el momento, organizábamos marchas hípicas en colaboración con el Ayuntamiento de La Laguna para las fiestas de San Benito y concursos de doma y salto para las fiestas del Cristo y el Día de Canarias. Nuestro objetivo a partir de ahora es ampliar el número de actividades sociales. Por otro lado, organizamos nuestras propias actividades para los socios del Club como fiestas en el día de Halloween o campamentos de verano para los más pequeños.

–¿El club acoge concursos oficiales?
–Sí. En 1978 nuestro centro acogió el primer concurso nacional de saltos de obstáculos. A partir de entonces, la Federación Canaria de Hípica reparte los concursos insulares, sociales y nacionales entre nuestro Club, el del sur de la Isla y otro de Las Palmas de Gran Canaria.

–¿Hay algún socio que haya llegado lejos en las competiciones?
–José Fumero, un tinerfeño de 16 años, ha sido campeón de España y campeón de Europa con el equipo juvenil nacional. También el actual campeón de hípica de Canarias es profesor de La Atalaya y se formó aquí. Además, hay muchos socios de este municipio viviendo en la Península que proceden del Club.

–¿No cree usted que es un deporte elitista, quizás un poco alejado de la sociedad lagunera?
–No, ya no es lo mismo que en sus inicios. Hoy proponemos cursos de iniciación a la hípica con facilidades de pago. Ahora mismo sale más barato contratar el paquete familiar de La Atalaya que ir el fin de semana con los niños que acudir a un centro comercial.

–¿Sigue siendo un deporte para hombres?
–Al contrario. Ahora son más las mujeres que los hombres que se dedican a este deporte.

–¿Cuál es la situación actual de la hípica en la Isla?
–Los chicharreros aman la naturaleza y a los animales, por eso en Tenerife hay mucha afición por este deporte, aunque ha mermado con la crisis.

Un taller para salvar la orfebrería

LA LAGUNA (La Opinión) Juan Ángel González es el último orfebre que queda en el Archipiélago. Ama su trabajo, al que lleva dedicado desde los 12 años. Tal vez por ello no se imagina su vida sin él. A sus 65 años, este lagunero se resiste a jubilarse. Tan solo lo hará obligado si la crisis le sigue restando cada vez más trabajo.

No hay manos en las Islas que hayan tomado el testigo. Virginia López de Llano, una cordobesa estudiante de Bellas Artes en la Universidad de La Laguna, es la única dispuesta a hacerlo. Al tratarse de unas técnicas artesanales en extinción, se ha propuesto generar una nueva cantera de orfebres canarios a través de un taller que se celebra este mes en la ciudad. Virginia y su equipo quieren despertar entre los tinerfeños la curiosidad por esta forma de trabajar el oro, la plata y otros metales para que sobreviva.

Virginia llegó hace tres años desde Córdoba para completar su formación como técnico superior en artes plásticas, diseño de orfebrería y platería artística. Pero sobre todo estaba interesada en conocer a Juan Ángel, pues sabía que era el único orfebre de Canarias y que seguía su mismo método de toda la vida. Ambos comparten la misma filosofía. Trabajan los mismos materiales, técnicas similares y son partidarios de fabricar las herramientas ellos mismos. Además, elaboran por ejemplo su propio cloruro para los baños de oro.

Juan Ángel lamenta que toda la formación que él ha recibido no pueda acreditarse como en el caso de Virginia, lo que le permitiría transmitir su manera de hacer a las nuevas generaciones.
Virginia disponía en Córdoba de su propio taller, con su cartera de clientes fijos y sus mecenas, pero lo abandonó para estudiar en Tenerife. Su pretensión es evitar que la forma tradicional de trabajar el metal se pierda.

Hace más de 50 años que no se imparten cursos de orfebrería en todo el Archipiélago. Quizá por eso, las 15 plazas disponibles inicialmente para el taller que organiza la Fundación Mapfre Guanarteme tuvieron que ampliarse hasta 20, las cuales se agotaron el primer de día. La Fundación patrocinadora del taller ya ha creado una lista de espera para los interesados que no consiguieron plaza y que serán acogidos en una segunda parte del curso que se impartirá en los próximos meses.

El curso es principalmente para licenciados en Bellas Artes, estudiantes de enseñanzas artísticas y joyeros, todos ellos con una destreza especial para aprender las diferentes técnicas en un periodo tan breve, del 21 al 30 de este mes.

El curso tendrá lugar de 16:30 a 19:30 horas en la sede lagunera de la Fundación Mapfre Guanarteme. La temática estará enfocada principalmente a aprender las técnicas del repujado y el cincelado, las más utilizadas por estos artesanos del metal. Con ellas se consigue dar forma a las figuras para bañarlas posteriormente en plata u otros metales.

Las clases tendrán una parte práctica y otra teórica. En esta última, la temática recorrerá la historia de la orfebrería en el Archipiélago, las diferentes técnicas y procedimientos empleados y las principales piezas de orfebrería de Tenerife. De estas, Virginia pudo declarar como patrimonio algunas de las instaladas en la iglesia de La Concepción de La Orotava, gracias a una beca de investigación que le otorgó la Universidad de La Laguna.

La orfebrería llegó a Canarias a los 25 años de la Conquista de la mano de la platería. Los aborígenes no la conocían al carecer las Islas de materia prima. Desde entonces, este arte ha pasado intacto de generación en generación, mientras los diferentes maestros han ido incorporando progresivamente sus propias técnicas. En estas han podido descubrirse influencias principalmente andaluzas, americanas, portuguesas y francesas, ya que Canarias fue en su día zona de paso comercial entre Europa y América.
Juan Ángel González, el último eslabón de esta larga historia lleno de manos talentosas, lleva 30 de sus 53 años de trabajo en el mismo taller de la avenida Juan de Vera de La Laguna, que construyó a partir de la casa de su abuela, donde él nació. Es un taller repleto de martillos, cinceles, sopletes y laminadores, los mismos instrumentos que emplearán para sus obras los alumnos del curso de orfebrería.

La Candelaria
Juan Ángel es conocido por la elaboración del trono y las nuevas andas de la virgen de Candelaria, que le llevaron cuatro años de dedicación. Esta fue la obra más grande realizada en plata desde que en el siglo XVIII se llevara a cabo el retablo del Cristo de La Laguna. Fue entonces la mejor época de la orfebrería en el municipio, cuando llegaron a existir nueve talleres de artesanos.

Hace unos años que a Juan Ángel le ofrecieron restaurar el Cristo lagunero, pero no ha vuelto a saber nada de aquella propuesta. Confiesa que le encantaría hacerlo: "Aunque no soy religioso, sería una obra muy especial porque es el patrón de mi pueblo".

Actualmente, está trabajando en la restauración de piezas pequeñas, cacharros y medallas. "Ya no se encarga obra civil", afirma, "sino todo lo que tengo son obras de restauración para las cofradías". La crisis ha mermado el trabajo de este orfebre, lo que puede llegar a obligarle a jubilarse, a pesar de su negativa a hacerlo.

De la falta de encargos también depende el futuro de su posible sucesora. Virginia teme que si no encuentra trabajo al terminar la carrera este año se vea obligada a regresar a Córdoba, su ciudad natal. Y teme que Juan Ángel sea el último exponente de unas mañas de extraordinario valor.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Las cintas de San Diego

LA LAGUNA (La Opinión) La danza de las cintas de San Diego es una de las pocas tradiciones de La Laguna que, además de estar ligada a las fiestas religiosas del pueblo, tiene una vertiente profana. Quizá por ello se relegó a los bailarines al cortejo de las procesiones del santo en lugar de presidirlas, como hacían en sus inicios cuando se trataba de una danza exclusivamente católica.

A las danzas de cintas están dedicadas este año las fiestas San Diego, que comenzaron el pasado día 4 y se prolongarán hasta el 26 de este mes. Pero será este fin de semana cuando se celebren los actos más relevantes, ya que el domingo tiene lugar el día del patrón. Como es tradición, la danza cortejará al santo en sus procesiones de la tarde del sábado y el domingo por la mañana.

Juan José Pérez, uno de los componentes del grupo, reclamó el pasado miércoles durante una charla que ofreció en el Centro Ciudadano de San Diego que "la danza recupere su valor religioso tradicional", pues la misión principal de los bailarines es recoger y dejar al santo en sus salidas de la ermita y acompañarlo durante las procesiones.

La parte profana de la danza de San Diego corresponde a su participación en la llamada pandorga, una especie de desfile de carnaval que data de mitad del siglo XIX. Fue entonces cuando la Iglesia se empeñó en desligar la danza del culto eclesiástico, y cuando el pueblo adoptó la danza de cintas como autóctona, sustituyendo el palo de las procesiones alrededor del que bailan por otro que sostiene uno de los bailarines.

Hasta entonces, los vecinos del pueblo habían acompañado con diferentes bailes a los peregrinos que, en honor a San Diego, acudían a los diferentes municipios guiados por la orden franciscana de La Laguna. Su ritmo, marcado por el tajaraste, el tamborero y las castañetas diferenciará estos bailes para siempre del resto de danzas de la Isla.

En un principio los bailarines, quienes adornan sus camisas con cintas bordadas que llevan dedicatorias al patrón, debían ser hombres adultos vecinos de San Diego, o con antepasados o esposas naturales de este barrio. Con la pandorga, los bailes se abrieron al resto de varones, incluso a los más jóvenes que, ocasionando un gran revuelo, formaron un grupo independiente del adulto en 1949 y consiguieron alzarse con el premio del concurso de danzas de Tenerife.

Los bailes de San Diego sufrieron dos fuertes crisis durante la Guerra Civil, cuando la fiesta dejó de celebrarse y en la década de los 60, con la explosión del día de la fuga. La celebración de San Diego está ligada al tradicional día de la fuga, una costumbre que procede de la rebelión del antiguo instituto Canarias, actual instituto Cabrera Pinto. Hace décadas, el director decidió prohibir a los alumnos acudir a la antigua romería del 12 de noviembre por San Benito. Como represalia, los estudiantes se fugaron y siguieron haciéndolo hasta la actualidad.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La comunidad gitana se reivindica

LA LAGUNA (La Opinión) La comunidad gitana se declara enamorada de dos damas: la libertad y la familia, valores de los que, según este colectivo, deberían aprender el resto de las razas.

Este es uno de los lemas con los que se definió ayer la comunidad gitana en La Laguna durante el acto Mi cultura es tu cultura, que tuvo lugar en el Espacio Multicultural del Tranvía. Los actos, coordinados por José Heredia, representante de la comunidad gitana de la Isla, se celebraron con el objetivo de definir la cultura gitana y poner de manifiesto su verdadera cara, y no la de la marginalidad como suele hacerse.

El colectivo gitano reclama al resto de etnias que comprendan y disfruten de su cultura para alcanzar el respeto mutuo, pues creen que de otra manera no puede haber convivencia, y piensan que tan sólo son conocidos por sus costumbres nupciales.

Actualmente son más de un centenar los vecinos gitanos que residen en La Cuesta, a donde llegaron hace más de medio siglo. En cuanto a la Isla, componen un total de 1.500, principalmente asentados en Arona y Adeje. Admiten que Tenerife es un buen lugar para los gitanos, en comparación con otros municipios de la Península.

Durante el acto, el colectivo gitano denunció la marginalidad que la raza sufrió desde el fin del reinado de los Reyes Católicos hasta mediados del siglo XIX, cuando, con la Primera República, se les fue reconocido el grado de ciudadanos. Durante dicho periodo, los gitanos fueron perseguidos y castigados por sus diferencias culturales.

Su pretensión en la actualidad es que ese pasado no vuelva a repetirse, y para ello están luchando por la formación de los menores de la familia y contra algunas costumbres que consideran arcaicas y que mantienen algunas familias.

Manuel Rondón, secretario de la ONG Unión Romaní , hizo un llamamiento ante los asistes al Espacio Multifuncional del Tranvía para que se retrase la edad del matrimonio en las parejas gitanas, ya que ello dificulta la formación de los jóvenes y consecuentemente las expectativas del futuro prometedor que anhelan las familias gitanas más antiguas. Según Rondón, "los gitanos noquieren integrarse con el resto de la población, ya que ésto supondría desaparecer".

Para concluir el acto, los asistentes disfrutaron de un grupo flamenco llegado del sur de Tenerife y del puchero tradicional gitano con caracoles preparado por las mujeres de la comunidad de La Candelaria. Algunos de los integrantes de esta comunidad se han mezclado con los tinerfeños, pero mantienen sus costumbres como la gastronomía, el flamenco y los fuertes lazos familiares.

martes, 8 de noviembre de 2011

Jornadas para difundir la cultura gitana

LA LAGUNA (La Opinión) El acto, denominado Mi cultura también es tu cultura, tendrá lugar a las siete de la tarde y estará organizado por José Heredia, representante por el Partido Socialista Canario (PSC) de la comunidad gitana de la Isla, compuesta por 1.500 miembros.

De los 800 habitantes que viven en La Cuesta, 100 son gitanos. Según Heredia, se encuentran "bastante integrados" en este barrio lagunero. Sin embargo, "aún falta mucho por hacer " y pide que se les tienda la mano.

La comunidad solicitó hace tiempo instalar un rastro semanalmente en cualquiera de las localidades del municipio para, según palabras de su representante, "poder ejercer su trabajo tradicional de la venta ambulante".

En un principio, el ayuntamiento desestimó la propuesta por no haber presentado un "proyecto firme". Tras solicitudes posteriores, Heredia afirma que, a día de hoy, aún no han recibido respuesta.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Vuelve el llanto de las plañideras

LA LAGUNA (La Opinión) Mientras los hombres cubrían sus rostros y mantenían un silencio sepulcral durante los duelos, las mujeres eran las responsables de lamentarse a gritos y llorar la muerte de sus seres queridos. Pero en muchas ocasiones no eran las féminas de la familia quienes lo hacían, sino que contrataban para ello a las denominadas plañideras, mujeres que a cambio de trigo pregonaban entre sollozos las bondades del difunto.

Esta es una de las curiosas historias que el Museo de Historia y Antropología de Tenerife dio a conocer durante la noche de ayer en una edición especial de sus tradicionales Nocturnos de otoño. Aprovechando la cercanía del Día de Todos los Santos, que tuvo lugar el pasado martes, la jornada denominada Día de Finados ¿o Jalogüin? repasó los ritos tradicionales isleños más llamativos relacionados con la muerte, dada la evolución que estos han sufrido hasta nuestros días.

Durante la Contrarreforma protestante, en los siglos XVI y XVII, se pensaba que todos los muertos debían ser quemados, pasar por un purgatorio donde sus almas serían purificadas para poder llegar al cielo. En este sentido, la muerte era vista de un modo natural, como parte de la vida, que a su vez estaba repleta de elementos relacionados con el más allá.

Cuando alguien fallecía, toda la familia participaba del duelo, incuidos los niños, que estaban presentes en todo momento. También las casas vivían su particular duelo, pues eran despojadas de cualquier cuadro que pendiese de sus paredes.

Se velaba a los fallecidos durante nueve días. A lo largo de este periodo, cada familiar debía encender una vela y cuidarse de que la llama permaneciese viva para iluminar al difunto en el nuevo camino. Además, era costumbre fotografiar a los muertos.

Los duelos eran organizados por las cofradías de ánimas, encargadas de comprar el ataúd y las velas. Por su parte, la familia del fallecido era la encargada de llevar a la iglesia vino o trigo para todos los asistentes, el mismo vino que, junto con algunos dulces tradicionales y castañas, fueron degustados por los asistentes al acto en el Museo de Historia la noche de ayer.

La visita consistió en un recorrido por las diferentes salas y pasadizos del edificio, entre velas, misterio y la más profunda oscuridad. En uno de los lugares del Museo, el patio de los esclavos, aún se conserva una lápida de piedra vacía, que por el valor del material en aquel entonces, se utilizaba para dos entierros consecutivos. Dependiendo del difunto, éste era enterrado de una u otra manera. Mientras que por lo general se les colocaba bocarriba para facilitar su resurrección, los enemigos, suicidas, herejes e invasores de las Islas eran posicionados bocabajo y atados de pies y manos para evitar que se levantasen.

Ante la inexistencia de cementerios, los sepulcros se instalaban en las iglesias. La privacidad de los mismos, la cantidad de ropa con la que se les vestía y su cercanía al altar dependían de la clase social a la que perteneciese el fallecido, situándose los menos pudientes en la zona más lejana, prácticamente desnudos y agrupados entre ellos.

Cuando era un niño el que moría, se le envolvía en un sudario blanco y se le prendía un alfiler con mensajes para los muertos, ya que los familiares confiaban en que el bebé se tornaría en un ángel que, al llegar al cielo, se reuniría con los santos.

Durante el Día de finados podían escucharse los llamados ranchos de ánimas, grupos de hombres que cantaban por las casas para financiar las celebraciones , acompañados por el ruido de triángulos, panderetas y espadas.Por otro lado, los denominados animeros comunicaban a la familia con el difunto, a fin de confirmar que este último descansara en paz.

A partir del siglo XVIII comenzaron a imponerse los duelos más austeros hasta la actualidad, a pesar de que en un principio fueron las propias familias quienes se negaron.

Venancio García, un poeta sin maestro

LA LAGUNA (La Opinión) "La poesía fluye de mis adentros". Este es el lema de Venancio García, el vecino de Valle de Guerra que fue homenajeado en el sexto aniversario de la asociación de mayores El Boquerón.


Este vallero de 68 años se declara un apasionado de la poesía, pero sólo de la que él escribe, pues lo más curioso de su historia es que no le gusta leer ni seguir a ningún otro escritor. Es por ello que en su literatura no existe influencia de ningún tipo.


Se basa en dar forma a sus sentimientos a base de la escritura. Para Antonio González, prologuista de la última publicación de este vallero, "Venancio no es un poeta, pero rima sentimientos y vivencias con un estilo sencillo y muy personal".


Pero más sorprendente es aún el hecho de que su formación escolar sea nula. Venancio escribe y lee con bastante dificultad, con los errores ortográficos y gramaticales propios de un principiante, y de quien ha trabajado desde muy temprana edad cargando tierra para preparar las huertas de plataneras en una zona rural, pues las necesidades de la época no le permitieron asistir a la escuela.


A pesar de ello, Venancio podría llegar a completar diez libros con todos los poemas que ha escrito a lo largo de su vida. Hasta el momento tan sólo ha publicado dos. El primero de ellos, Cantares y coplas de Venancio, salió a la venta en 2003 promovido por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de La Laguna. El libro recoge en forma de verso las tradiciones y costumbres más típicas de las localidades tinerfeñas más cercanas al municipio, a las que ha dedicado cada uno de los poemas de este libro.


A la dificultad de la escritura para su autor se une la necesidad de rimar los versos de cada poema. Éste es su método: "La poesía se hace en bruto y luego se va rimando", afirma Venancio. Es en este campo en el que más seguro se siente, pues ha escrito desde rezos para santos hasta rondallas.


Para Venancio García, "hasta de una palabra nace una canción". De hecho, ofrece sus letras para la creación de canciones típicas canarias y colabora con varios grupos folclóricos de la zona. Con la rondalla compuesta para la Asociación musical Minfaya de Valle de Guerra se alzó con el segundo premio del Festival Folclórico Siete Islas.


Su segunda obra y la más reciente, El charco de las mujeres, relata en forma de prosa una historia real que, a pesar de aparentar estar escrita en primera persona, sus protagonistas son una pareja de vecinos del pueblo ya fallecidos, conocidos de Venancio García. En ella participan casi 30 personajes de Valle de Guerra, cuyas identidades se han ocultado tras nombres falsos para preservar su intimidad. Esto ha sido sin duda lo que más dificultad ha entrañado para el autor, ya que según sus palabras, por el hecho de tener que dominar tantos personajes tuvo que romper muchas hojas de libreta hasta terminar la novela.


El charco de las mujeres está ambientada en la zona vallera conocida como La Barranquera, lugar donde se sitúa la charca a la que antiguamente acudían las féminas para bañarse. El relato es un intento de recordar vivencias pasadas, ya que a este lugar retornarán sus protagonistas una vez alcanzada la vejez para rememorar sus mejores tiempos como adolescentes.




Lenguaje peculiar


Lo más llamativo que resulta de la prosa de Venancio García es el vocabulario que utiliza en su última novela. Esta se basa en palabras tradicionales típicas de la geografía canaria, que actualmente están en desuso y que tan sólo resultan familiares para los mayores. Palabras como rebujado o fotingo han llevado a la editorial Idea a publicar el libro, negándose a realizar cualquier tipo de modificación en la naturalidad y espontaneidad del lenguaje de su autor.


Dicho lenguaje ha llevado a muchos profesores de bachillerato de la Isla a recomendar a sus alumnos esta lectura para evitar así que se pierdan rasgos de la idiosincrasia canaria.También el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, valoró el estilo de la novela durante el reciente homenaje que se rindió a Venancio en el aniversario de la Asociación de mayores El Boquerón, por tratarse de una "seña de identidad canaria que hay que cuidar".


Venancio García asegura haberse sentido muy emocionado durante el acto, donde recibió el cariño de las 160 personas de la asociación, y profundamente agradecido con el Cabildo de Tenerife y el organizador del evento, Julio Rodríguez. Todos los asistentes destacaron de Venancio su dedicación total y desinteresada a las tradiciones del municipio, en cuyas fiestas religiosas participa desde hace más de 50 años.


En 1959, este vallero comenzó a colaborar con las fiestas de San Antonio de Tegueste, recolectando el dinero necesario para comprar el santo y promoviendo la celebración de las primeras novenas en el pueblo. Más tarde, trasladó esta fiesta hasta su localidad, Valle de Guerra. Además, fue el fundador de la cripta del pueblo y colaborador para la adquisición del reloj de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario.


Actualmente, además de crear sus propias poesías para las fiestas de El Rosario y Valle de Guerra, se encuentra innmerso en la elaboración de su tercer libro, Ocho días y ocho noches con Macarena, una nueva novela romántica basada en hechos reales que tiene pensado publicar en dos tomos, y que transcurrirá entre Tenerife y Madrid.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Una oleada de asaltos amedrenta a los vecinos de Bajamar

LA LAGUNA (La Opinión) Tras los actos vandálicos y los robos que los habitantes de Bajamar llevan sufriendo en los últimos meses, comerciantes y vecinos de esta localidad de La Laguna reivindican de forma unánime una mayor vigilancia por parte de los cuerpos de seguridad.

El último de los sucesos tuvo lugar el pasado miércoles, cuando a las dos y media de la madrugada se produjo el incendio intencionado de un vehículo en la avenida del Club Náutico. Las llamas alcanzaron a otro vehículo colindante y a la fachada de la vivienda más próxima.

Hasta el lugar del suceso se desplazó una unidad de bomberos del Consorcio de Tenerife del parque de La Laguna, quienes no pudieron evitar que el coche quedase completamente calcinado en su interior y por la parte delantera. Hasta el momento no se ha producido ninguna detención sobre este atentado contra la propiedad.

Este ha sido el último de los sucesivos robos y actos vandálicos que los vecinos y comerciantes de Bajamar vienen padeciendo desde el año pasado, todos ellos de madrugada y en diferentes lugares, principalmente la vía de salida del núcleo costero, la avenida del Gran Poder.

Asaltos a cafeterías, farmacias, viviendas y vehículos se han llegado a repetir hasta en seis ocasiones en un mismo local. Casi todos ellos se han producido a través de la ruptura de cristales y escaparates estrellando contra estos piedras y tapas de alcantarillas. Tras el asalto, los ladrones acostumbran a quemar los locales con el fin de eliminar cualquier tipo de prueba que pueda identificarles. Por ello es probable que la identidad de los delincuentes se desconozca hasta ahora.

Propietarios y vecinos de esta localidad lagunera viven atemorizados y se han visto obligados a reforzar la seguridad de sus casas y negocios con alarmas y rejas, ante la escasa protección policial. Aseguran que la única forma que tiene de protegerse es contratando seguros que cubran la mayor cantidad posible de daños para sus establecimientos.

Esta cadena de sucesos ha afectado al turismo del pueblo, al haberse convertido en una zona peligrosa. En algunas comunidades de propietarios afectadas se han colocado carteles a la entrada avisando de la necesidad de identificar a cualquier individuo que se adentre en la zona residencial.

Más personal

Desde que la comisaría de la Policía Local en Tejina, la más cercana a la localidad costera, fue cerrada ante la necesidad de más personal en la de La Laguna, las patrullas deben trasladarse desde la ciudad hasta Bajamar ante cualquier denuncia. Es por ello que los comerciantes se quejan de la tardanza de los agentes, que permite a los delincuentes huir del lugar donde han cometido el robo antes de que lleguen las patrullas.

Según Juana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Bajamar, los habitantes del municipio han informado sobre la situación al Ayuntamiento de La Laguna en reuniones pasadas. "Hemos pedido mayor presencia policial a los responsables municipales pero día de hoy aún no hemos recibido una respuesta ni hemos visto soluciones", con luyó Juana Rodríguez.

martes, 1 de noviembre de 2011

´Lala, la de las papas´

LA LAGUNA (La Opinión) "Llegué a vender 7.000 kilos de papas en un día. Por eso me llaman Lala, la de las papas", recuerda Candelaria González Miranda, fundadora de la venta que sigue llevando su apodo. El negocio, que permaneció cerrado durante 20 años tras los cuales fue reabierto por su hija, fue la primera construcción del barrio de La Candelaria, en La Cuesta, La Laguna. Gracias a la tienda, Lala, de 78 años, pudo fabricar su casa muy cerca y sacar adelante a sus siete hijos. Y eso que "no ganaba mucho".


Este fue una de los episodios con los que los mayores de La Cuesta reconstruyeron ayer la historia del barrio en el Espacio Multifuncional del Tranvía, en La Candelaria. El foro, denominado Historias breves de un barrio con larga historia, fue el primero de los cinco encuentros que se celebrarán durante este mes en la tercera edición de las conferencias y debates de la iniciativa Vecinos al proyecto.


La charla corrió a cargo del consejo de sabios de La Candelaria, un grupo de mayores que se reúne desde el año pasado con el objetivo de mantener viva la memoria colectiva de esta zona de La Laguna. Lala en concreto se instaló aquí hace 53 años, aún cuando las calles no estaban asfaltadas y era todo una sucesión de terraplenes de hierba y piedras. Sin embargo, era lo único que había entonces en La Cuesta, así que Candelaria González vendía de todo en su tienda: frutas, verduras, ropa, juguetes, bebidas, leche, etc. Pero su mayor negocio era el de las papas. Su marido, que se dedicaba a exportar el producto a Inglaterra, le hacía llegar los excedentes que le quedaban.


Dalmacia Rodríguez, de 83 años, otra de las componentes del consejo de sabios, llegó al barrio con seis años. Su casa se situaba donde actualmente se encuentra la iglesia, a la que la gente de los alrededores acudía por ser la única de la parte baja del municipio.Cerca de su hogar se situaba el campo de tiro de El Becerril, como era denominado antiguamente este barrio en la frontera con Santa Cruz.


Uno de los primeros recuerdos que le viene a la mente a Dalmacia al hablar del pasado es el de la explosión de un polvorín en el barranco que se divisaba desde su casa. "Era como una montaña de fuego. Todo el mundo salió de sus casas y llegó corriendo hasta La Cuesta", describe Dalmacia.


Para esta vecina de La Candelaria, la zona experimentó el cambio más sustancial a partir de los años 60. Sin embargo, Dalmacia no echa nada en falta de aquellos orígenes difíciles: "El barrio sigue siendo tan bueno como entonces, con muy buena gente. Tanto antes como ahora soy feliz aquí".


Concepción Rodríguez, de 73 años, habla por su parte de la feliz infancia que tuvieron sus hijos: "Había confianza. Los niños salían a jugar solos a la calle, aunque no había campo de fútbol como ahora". Sin embargo, no fue así cuando ella llegó a La Candelaria con un año, cuando las calles eran de tierra y si llovía todo se embarraba.


Concha, como se la conoce en el barrio, aludió al único cine que había en la zona en sus incios, el Cine Luz, a donde acudía con sus hijos.


Reconoció que todas las familias que les rodeaban eran muy afortunadas, ya que todos los niños recibían regalos por su cumpleaños y en el día de Reyes, que compraban en Casa Guaya. "Incluso hubo un año en el que el barrio organizó una cabalgata de Reyes con camellos y todo", contó en la conferencia ilusionada. Tampoco los Carnavales pasaron desapercibidos aquí desde los inicios de esta zona residencial.


Candelaria Martín, conocida por todos como Cayaya, nombró a su padre como el primer constructor de viviendas de La Cuesta. "Las primeras casas se construyeron con chapa, cartón y piedras, y eran chabolas que los propios vecinos ayudaban a construir", según relata. Además, en su casa se fabricaba el jabón Nivaria, de cuya venta vivía toda la familia.


´Cayaya´ y el jabón Nivaria


Cayaya rememoró cómo las mujeres acudían a su casa para comprar el jabón y transportarlo en cestas sobre la cabeza. Posteriormente hacían trueque con ellos y los intercambiaban en otros lugares por otros productos que les fueran útiles. Para Cayaya, "La Candelaria era un barrio muy artesanal". Se enorgullece del lugar en el que reside, y que ha vivido desde dentro y desde fuera, ya que tuvo que exiliarse a Venezuela durante 14 años, pues eran tiempos de mucho trabajo y miseria.


Cayaya es hija de Doña Ceferina Hernández, la única partera que tuvo el barrio, quien ayudó a dar a luz a todos los niños de la zona en aquellos años difíciles. Ahora el barrio quiere homenajearla poniendo su nombre al Centro Polivalente de Acción Social el día 12 de noviembre.