ALBA BLANCO (Santa Cruz de Tenerife) A pesar de lo que suele pensarse, de la creencia generalizada de que
cada vez son menos las parejas que se casan, la crisis ha hecho aumentar
las bodas en la Isla y, en general, en Canarias, aunque bien es cierto
que cada vez los enlaces son más austeros e íntimos.
Ya no cuentan tanto los pequeños detalles y las listas de invitados son cada vez más reducidas. Así lo confirman los empresarios que se reúnen estos días en la séptima edición de Feboda, la mayor feria del Archipiélago dedicada a los enlaces matrimoniales, que se inauguró ayer en el Recinto Ferial de Santa Cruz y durará hasta mañana.
La buena marcha del sector es tal que el número de empresas participantes se ha duplicado respecto al año pasado. De las 56 sociedades que participaron en 2012 se ha pasado a 90, repartidas en los 10.000 metros cuadrados que comprende este año Feboda. En dicho espacio se promocionan todo tipo de entidades relacionadas con los enlaces nupciales: agencias de viaje, servicios de catering, floristerías, salones de belleza, pastelerías, fotógrafos... Sin embargo, la mitad del Recinto Ferial lo ocupan los enormes stand de hoteles y restaurantes –como el Monasterio Eventos, Hotel Abama o Nivaria de La Laguna–, que han montado mesas completas con cubertería y decoración para mostrar a los futuros esposos cómo sería su ceremonia.
Una de las principales novedades que presenta Feboda este año es el cambio de fecha –puesto que las anteriores ediciones tenían lugar en marzo–, ya que de esta forma los novios tienen a su disposición todo tipo de servicios que puedan precisar justo en el momento en el que empiezan a preparar el enlace para 2013.
Mario Escolar y Sandra Marrero contraerán matrimonio el próximo verano. "Es muy cómodo para nosotros venir a Feboda porque nos permite estudiar muchas propuestas a la vez sobre todo lo que vamos a necesitar en lugar de tener que ir empresa por empresa", destacó Marrero mientras observaba ilusionada varios vestidos de novia.
Como ellos, muchas fueron las parejas que se acercaron hasta el Recinto Ferial en el primer día de exposición. El presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, junto al vicepresidente económico, Carlos Alonso, y el consejero insular de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Efraín Medina, fueron los encargados de inaugurar la feria, con la que esperan superar los 9.000 asistentes del año pasado.
Melchior
destacó la importancia de este sector en el desarrollo económico de la
Isla, lo que confirma que el aumento del número de enlaces matrimoniales
en los últimos años ha hecho que muchos empresarios vean en las bodas
una posible salida laborar ante la crisis. Como ejemplo, Elda Pérez, que
expone en Feboda. Puso en marchar hace tan solo un año la empresa
familiar AD Eventos, ubicada en la capital, para organizar bodas de
forma personalizada, desde la despedida de soltero de los novios hasta
el baile final.
Según Alicia Cubas, propietaria del centro de servicios nupciales Tricum Tenerife, "ahora se busca un precio más económico en todos los detalles, pero con la crisis la gente se casa más, por la necesidad de compartir gastos y por las ventajas que se obtienen frente a las entidades bancarias o cuando se tienen niños".
Claudio González, estilista especializado en novias, confirma que "casarse vuelve a estar de moda". "Mucha gente lo hace porque también es una forma de ganar dinero a través de los regalos y las aportaciones de los invitados", añade. Sin embargo, según González, "se nota que ahora las parejas que se casan son mucho más jóvenes que en los últimos años".
Todos los expertos coinciden en que si en algo se nota la crisis es en el número de invitados, que ha disminuido considerablemente. "Antes solían ser el doble, pero ahora rondan en cada ceremonia los 80 o 100 invitados", explica Carmen Méndez, propietaria de la pastelería El Aderno.
Como resultado, las empresas del sector han adaptado sus productos a la economía del cliente. Un ejemplo de ello son las ofertas que pueden verse en Feboda, como el transporte en un coche antiguo para los novios por 260 euros, que normalmente ronda los 400. "El año pasado, con ofertas como esta logramos 43 contrataciones en los tres días de feria", cuenta Agustín Ávila, propietario de La Zamora 30.
Otra de las rebajas, de AD Eventos incluye por 500 euros peluquería y maquillaje para la novia, 100 invitaciones, 130 obsequios para los invitados, 20 regalos para niños, copas de cava, la liga y un set para partir la tarta.
Jesús Bilbao, uno de los fotógrafos más reputados de Tenerife tras 26 años de experiencia en bodas, asegura que "con la crisis, también se ha notado mucho en los últimos años que vienen muchas parejas de fuera, tanto de la Península como del extranjero, a casarse a la Isla –con invitados y todo–, quizá porque resulta más barato, en general". En cuanto a su especialidad, Bilbao asegura que "han cambiado tanto los valores económicos como los emocionales". "A la gente le importa mucho tener un recuerdo alegre de su boda, bailando y divirtiéndose en la fiesta con sus seres queridos", afirma el fotógrafo. De ahí que Bilbao se especialice en imágenes naturales, divertidas y muy alejadas del formalismo de los álbumes de bodas tradicionales.
En esta misma línea trabaja la empresa de decoración con globos Vadeglobos, cuyos precios por servicio rondan los 100 euros. Su propietario, Adrián Carnelli, apunta que "nuestro objetivo es cambiar la rigidez de los enlaces habituales por el juego, la alegría y el colorido que aportan los globos a este tipo de celebraciones".
Geyma Bodas, empresa especializada en vestidos de novia, ha adaptado su oferta al bolsillo de cualquier clienta, a pesar de ofrecer un catálogo de marcas exclusivas de alta gama. De ahí que la empresa ofrezca en la actualidad tres colecciones diferenciadas por precios y estilos, que van desde los 900 hasta los 4.900 euros. "Se lleva el encaje y los vestidos tipo lencería, pero cada novia elige según sus gustos y el tipo de ceremonia", explica Marina González, directora de Geyma.
Donde no hay crisis es en el mercado de las alianzas. Así lo confiesa Nicole Gargiulo, responsable del centro de anillos de boda Aurum 100. En esta tienda, los futuros novios configuran su alianza de forma personalizada a través de un ordenador virtual. "Es una ocasión especial y una joya que se lleva toda la vida, así que pueden bajar los quilates o el peso, pero nada más", concluye.
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