lunes, 12 de marzo de 2012

Una veintena de parados se prepara para ejercer de socorristas en playas y piscinas del municipio

LA LAGUNA (LaOpinión) Una veintena de vecinos de La Laguna en situación de desempleo participan en un curso de socorrismo acuático organizado por la Concejalía de Promoción y Desarrollo Local del Ayuntamiento en colaboración con la Cruz Roja. En esta actuación formativa del departamento que dirige Mónica Martín participan 22 laguneros, dos de ellos mujeres. El taller tendrá una duración de 100 horas, cuatro diarias en las jornadas laborables, entre el 22 de febrero y el 16 de marzo.

La idea de los jóvenes es poder ejercer como socorristas este mismo verano en playas y piscinas del municipio, aunque tampoco rechazarían un trabajo en otras zonas de Tenerife. Mónica Martín, explicó que "la Concejalía hará todo lo posible para que las plazas que pueda requerir el Ayuntamiento sean para estos alumnos, pero todavía es demasiado pronto para asegurar nada".

El curso forma parte de un conjunto de talleres formativos que La Laguna proporciona a los vecinos en paro de manera gratuita en colaboración con distintas ONG del municipio para contribuir al descenso del número de desempleados.

En este caso, fue Cruz Roja quien propuso la idea, puesto que ante la inminente llegada del verano, el socorrismo se perfila como un oficio útil y necesario en el municipio. Oliver Castro, responsable de Playas de Cruz Roja, asegura que "la crisis ha incentivado en los últimos años el interés por esta profesión, muy demandada sobre todo durante la época estival".

Los futuros socorristas, que para participar en el curso debían ser mayores de edad, estar inscritos en el registro de demandantes de empleo del Ayuntamiento y residir en el municipio, fueron seleccionados entre 36 aspirantes mediante una prueba física que se celebró en la playa de Las Teresitas, en Santa Cruz.

El examen consistió en un circuito de siete minutos de duración que combinaba pruebas de natación y atletismo a lo largo de la orilla. Oliver Castro cuenta que "de esta forma se pueden evaluar en un período corto de tiempo las capacidades de cada uno de ellos para tomar parte en el curso, ya que es necesario que los alumnos tengan una buena forma física". La mayoría de los participantes practican a menudo deportes acuáticos como la natación, el buceo o el surf, y todos realizan algún tipo de entrenamiento diario. Entre los 22 futuros socorristas hay cinco surfistas, algunos jóvenes con experiencia en salvamento y varios otros con algunos conocimientos de primeros auxilios, que estudian en profundidad durante estos días como parte esencial del temario.

Monitores
A través de este curso, que imparten tres monitores especializados de Cruz Roja, los alumnos dominarán las tácticas más comunes de primeros auxilios en el mar, así como el uso de material de socorrismo en playas y piscinas, para poder aplicarlos en las situaciones de emergencia.

Para ello, durante las clases prácticas, que tienen lugar entre la playa de Las Teresitas y la costa lagunera de Bajamar, los jóvenes aprenden el manejo del material, ya que trabajan con herramientas reales y en el contexto adecuado, desde motos de agua hasta embarcaciones de rescate.

En las clases teóricas, que se imparten en la Asamblea Local de Cruz Roja de La Laguna, los chicos estudian por grupos lecciones sobre conocimientos generales de socorrismo acuático, de su marco legal, salvamento con y sin material, soporte vital básico, primeros auxilios, embarcación de rescate, politraumatismos y supervivencia en el mar, entre otros temas.
Una vez que finalicen las clases, los jóvenes realizarán un examen escrito tipo test para demostrar los conocimientos adquiridos. "Normalmente los que más nota obtengan trabajarán en las playas y el resto en piscinas, ya que el mar es mucho más peligroso y complicado", matiza Castro. "Sin embargo, más que el examen, lo más importante para nosotros, los monitores, es la asistencia a las clases y la actitud. Realizamos una evaluación continua día a día según su comportamiento".

María Hernández tiene 27 años y es la primera vez que participa en un curso de estas características, aunque tiene experiencia en clases de buceo. Es aficionada a los deportes acuáticos como el surf, buceo o natación, que practica desde siempre un mínimo tres días a la semana. Por eso, una amiga le propuso participar en el taller de socorrismo, pues María lleva dos meses parada. "El curso tiene muy buena pinta", afirma, "los profesores son buenos y hay disciplina. Lo peor es que se celebre en febrero, porque hace mal tiempo".

Jorge Arancibia, de 23 años, está sin trabajo desde hace cuatro meses. Tiene conocimientos básicos de primeros auxilios y reparte su tiempo entre la práctica del balonmano, natación y atletismo. Afirma que si le dieran a elegir preferiría ejercer como socorrista en la playa antes que en una piscina, ya que "el trabajo es más activo". "Es necesario que se celebren cursos de este tipo más a menudo, para dar oportunidades a los desempleados", opina. "Lo peor es que haya coincidido con Carnavales", concluyó.

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