LA LAGUNA (La Opinión) El Sol marcará el fin de la vida. El astro se mantendrá en su estado actual hasta dentro de 5.000 millones de años, cuando se aproxime con sus enormes dimensiones tanto a la Tierra que la vida en ella se hará imposible. Estas son las conclusiones de una de las investigaciones que se han llevado a cabo en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y que fueron expuestas ayer en el teatro Leal durante las charlas ofrecidas por los científicos más representativos de cada área de la institución.
En el acto también estuvieron presentes el director del IAC, Francisco Sánchez, y la concejal de Cultura del Ayuntamiento lagunero, María José Castañeda, quien destacó la oportunidad que ofreció "uno de los centros de investigación más importantes del mundo a todos los laguneros para que conozcan los misterios del universo". Las charlas, puramente didácticas, ofrecieron una visión completa y detallada de cada uno de los campos de la astrofísica y los avances que en este sentido ha logrado el IAC.
Alfred Rosenberg, uno de los investigadores, destacó la "época afortunada" que vive en la actualidad la astrofísica. Los descubrimientos han ido en aumento en los últimos años, hasta el punto de que los científicos se han visto obligados a especializarse en los distintos campos.
En torno a la cosmología, Rafael Rebolo expuso la investigación actual que centra la atención de su departamento del IAC en la expansión acelerada de los elementos que conforman el universo durante los últimos años. La explosión del Big Bang que dio origen al universo tiene mucho que ver con esto. Por eso, las científicos del IAC dedican sus trabajos más recientes al estudio de las partículas más originarias de las galaxias, ya que son las que pueden aportar más información en torno a la aceleración de la expansión.
Para ello, el IAC lanzó en 2009 el satélite Plank en colaboración con varios investigadores británicos, que permitirá analizar el porcentaje de cada materia existente en el origen del universo. Aún hoy llegan nuevos datos a diario sobre esta investigación, por lo que los resultados definitivos no serán publicados hasta dentro de un año.
Casiana Muñoz-Tuñón, otra de las investigadoras del IAC, expuso la problemática existente en torno a la formación y evolución de las galaxias. En este sentido, resulta probado que el epicentro de cada una de ellas, en el caso de las más grandes, va absorbiendo la materia que encuentra a su alrededor y, por lo tanto, a las galaxias más menudas, lo que provoca la evolución continua de su figura y del aspecto del cosmos.
Sin embargo, hay imágenes reales del universo que ponen en duda esta teoría sobre la creación de las galaxias. Por eso, las investigaciones del IAC en este sentido se centran en estudiar los núcleos de estos conjuntos de estrellas más antiguos del universo, lo que puede dar una idea acerca de su origen y futura evolución. Para ello, los investigadores del IAC se sirven de simuladores del movimiento de las estrellas y de telescopios. De estos últimos, el situado en el observatorio de La Palma es uno de los más potentes, lo que resulta crucial para llegar al epicentro de las galaxias, pues cuanto más antiguas son menos luz emiten, y más difíciles son de estudiar.
Pere Luis Pallé, miembro del grupo solar del IAC, explicó las dificultades que encuentra su departamento a la hora estudiar un astro que no puede "tocarse" y cuya radiación interior pierde sus propiedades fuera. Los movimientos de contracción que experimenta el Sol y la expulsión de materia son los dos parámetros que permiten a los científicos investigar sobre el astro rey.
Así, esta estrella experimenta un ciclo permanente de actividad cuya intensidad se repite periódicamente cada 11 años. 2011 fue uno de los años en los que la expulsión de materia solar fue más intensa, por lo que este año, también con bastantes erupciones que irán en descenso en los siguientes, será positivo para la investigación solar.
En torno a la existencia de exoplanetas, esferas independientes del Sistema Solar, el experto Enric Pallé aseguró que la generación actual de investigadores será la primera en aportar a la humanidad una explicación científica, fuera de las hipótesis filosóficas únicas con las que contamos hasta el momento.
En el acto también estuvieron presentes el director del IAC, Francisco Sánchez, y la concejal de Cultura del Ayuntamiento lagunero, María José Castañeda, quien destacó la oportunidad que ofreció "uno de los centros de investigación más importantes del mundo a todos los laguneros para que conozcan los misterios del universo". Las charlas, puramente didácticas, ofrecieron una visión completa y detallada de cada uno de los campos de la astrofísica y los avances que en este sentido ha logrado el IAC.
Alfred Rosenberg, uno de los investigadores, destacó la "época afortunada" que vive en la actualidad la astrofísica. Los descubrimientos han ido en aumento en los últimos años, hasta el punto de que los científicos se han visto obligados a especializarse en los distintos campos.
En torno a la cosmología, Rafael Rebolo expuso la investigación actual que centra la atención de su departamento del IAC en la expansión acelerada de los elementos que conforman el universo durante los últimos años. La explosión del Big Bang que dio origen al universo tiene mucho que ver con esto. Por eso, las científicos del IAC dedican sus trabajos más recientes al estudio de las partículas más originarias de las galaxias, ya que son las que pueden aportar más información en torno a la aceleración de la expansión.
Para ello, el IAC lanzó en 2009 el satélite Plank en colaboración con varios investigadores británicos, que permitirá analizar el porcentaje de cada materia existente en el origen del universo. Aún hoy llegan nuevos datos a diario sobre esta investigación, por lo que los resultados definitivos no serán publicados hasta dentro de un año.
Casiana Muñoz-Tuñón, otra de las investigadoras del IAC, expuso la problemática existente en torno a la formación y evolución de las galaxias. En este sentido, resulta probado que el epicentro de cada una de ellas, en el caso de las más grandes, va absorbiendo la materia que encuentra a su alrededor y, por lo tanto, a las galaxias más menudas, lo que provoca la evolución continua de su figura y del aspecto del cosmos.
Sin embargo, hay imágenes reales del universo que ponen en duda esta teoría sobre la creación de las galaxias. Por eso, las investigaciones del IAC en este sentido se centran en estudiar los núcleos de estos conjuntos de estrellas más antiguos del universo, lo que puede dar una idea acerca de su origen y futura evolución. Para ello, los investigadores del IAC se sirven de simuladores del movimiento de las estrellas y de telescopios. De estos últimos, el situado en el observatorio de La Palma es uno de los más potentes, lo que resulta crucial para llegar al epicentro de las galaxias, pues cuanto más antiguas son menos luz emiten, y más difíciles son de estudiar.
Pere Luis Pallé, miembro del grupo solar del IAC, explicó las dificultades que encuentra su departamento a la hora estudiar un astro que no puede "tocarse" y cuya radiación interior pierde sus propiedades fuera. Los movimientos de contracción que experimenta el Sol y la expulsión de materia son los dos parámetros que permiten a los científicos investigar sobre el astro rey.
Así, esta estrella experimenta un ciclo permanente de actividad cuya intensidad se repite periódicamente cada 11 años. 2011 fue uno de los años en los que la expulsión de materia solar fue más intensa, por lo que este año, también con bastantes erupciones que irán en descenso en los siguientes, será positivo para la investigación solar.
En torno a la existencia de exoplanetas, esferas independientes del Sistema Solar, el experto Enric Pallé aseguró que la generación actual de investigadores será la primera en aportar a la humanidad una explicación científica, fuera de las hipótesis filosóficas únicas con las que contamos hasta el momento.
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