La Siervita de los mil milagros
40.000 personas visitan el Convento de Santa Catalina para adorar el cuerpo incorrupto de la religiosa
ALBA BLANCO (LA LAGUNA)
"Comencé a creer en ella cuando necesitaba ayuda para estudiar la
carrera hace 30 años y a día de hoy sigo viniendo cada 15 febrero porque
me ha apoyado mucho". Estas fueron las declaraciones de Nancy Álvarez,
vecina de Santa Cruz y devota de sor María de Jesús, a su salida ayer
del Convento de Santa Catalina. Álvarez acudió como cada año al templo
para venerar el cuerpo incorrupto de La Siervita en el día en que se
cumplían 282 años desde el fallecimiento de la religiosa.
Junto a
ella, más de 40.000 personas visitaron la iglesia ubicada en la Plaza
del Adelantado para venerar a la monja y realizar sus peticiones hasta
casi las 22:00 horas. A pesar del buen tiempo, el número de asistentes
se mantuvo similar al de años anteriores, según fuentes de Protección
Civil de La Laguna.
Las puertas de la iglesia se abrieron a las 4:30
horas. Desde el primer momento ya había que hacer cola hasta el frente
de la Casa de los Capitanes para poder ver el cuerpo incorrupto de La
Siervita, aunque la mayor parte de los fieles se congregaron a mediodía,
cuando la fila dio la vuelta completa a la manzana.
Un centenar de
devotos acudieron a pie desde El Sauzal junto con Mariano Pérez, el
alcalde de esta villa norteña donde nació sor María de Jesús el 23 de
marzo de 1643. Pérez y Fernando Clavijo, regidor lagunero, realizaron
como cada año una ofrenda floral a la religiosa a las 17:00 horas.
A
pesar de que los visitantes procedían de varias partes de la Isla
incluso de fuera, todos coincidían en ser fieles devotos de la monja
desde hace muchos años. A diferencia de otros, la crisis no atrajo en
este aniversario a nuevos creyentes que se aferran a su fe en la monja
para que les ayude en épocas malas. Eso sí, las peticiones fueron
comunes a todos: "lo primero, salud, y después trabajo", afirmó Juana
Ramos, que reanudó sus visitas a La Siervita después de dos años sin
acudir.
Como ya es tradición, algunos fieles llevaron sus deseos
escritos en pequeños papeles que lanzaron a la religiosa a través de la
reja. Otros depositaron ramos de flores e incluso dinero. Según Argelia
Díaz, "hay que creer en ella porque ha ayudado a mucha gente". A pesar
de que esta vecina de El Cardonal no conoce directamente ningún milagro
realizado por sor María Jesús, a la monja se le atribuyen 1.251
prodigios catalogados por los médicos de la época, los mismos que
certificaron que antes de morir, La Siervita cayó en éxtasis y al
fallecer, conservó el pulso y las pupilas claras durante más de 24
horas. Junto al corazón tenía la herida del costado de Cristo y a los
tres años de morir, mantenía su cuerpo entero y flexible, el paladar y
la lengua frescos y sonrosados, y soltaba sangre perfumada de jazmín, un
olor que algunas personas aseguran que aún permanece.
Actualmente,
los devotos buscan documentar otros tantos hechos sobrenaturales que
constan en la sabiduría popular para que La Siervita sea finalmente
canonizada. "Los fieles creemos en ella desde siempre, pero ahora con la
crisis, hay que confiar mucho más para que nos dé trabajo a toda la
sociedad", subrayó Marcos Antonio, que ya ni recuerda los años que lleva
repitiendo su visita al Convento de las Catalinas.
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