Parapente, escalada, pateos y mucho más

La empresa local Guajaraventura organiza actividades al aire libre de todo tipo y alquila carpas y castillos hinchables 

ALBA BLANCO (La Opinión) Viajes a la nieve, piragüismo, conciertos, escalada o una carrera de karting. Prácticamente cualquier actividad lúdica que a uno se le ocurra tiene cabida en Guajaraventura, una empresa lagunera, joven y dinámica, que igual presta el material necesario para disfrutar del tiempo de ocio de manera independiente que organiza un acto personalizado de principio a fin.

Es precisamente esta variedad en la oferta y la posibilidad de dejar cualquier acontecimiento importante por completo en sus manos lo que la ha posicionado como el número uno en las entidades del municipio dedicadas al sector del ocio. Ayuntamientos de toda la Isla, centros educativos, Cabildo y particulares se han convertido en clientes fijos de la entidad, que desde su nacimiento en 2005 no ha parado de crecer. A pesar de que en 2008 tuvo un descenso de un 20% de los beneficios, el negocio creció el año pasado un 8%.

Guajaraventura nació de las inquietudes comunes de Ángeles Rojas y Carlos Tejera, ambos aficionados a la naturaleza y los deportes de montaña. En un principio, la empresa se dedicaba exclusivamente a organizar actividades de aventura para grupos, como senderismo, descenso de barranco, alpinismo o salidas en bicicleta. "Entonces nos dimos cuenta de que existía un nicho importante que cubrir en el municipio lagunero en cuanto al montaje de eventos y actualmente este sector es el que más éxito tiene de los dos", cuenta Tejera. 

A pesar de que en un principio la empresa trabajaba con material alquilado, los socios decidieron invertir en sus propias infraestructuras, que son las que actualmente alquilan para cualquier tipo de acto: carpas, altavoces, tarimas, escenarios, gradas y castillos hinchables, entre otros.

Para la organización de eventos, los propietarios contactan con empresas especializadas en los servicios deseados por los clientes, por ejemplo, fisioterapeutas para una carrera deportiva, un grupo de música para un concierto o una compañía de actores para un teatro.
Uno de sus platos fuertes es la campaña La Laguna se mueve de noche, un evento que se realiza anualmente en la ciudad y que combina actividades lúdicas y música para jóvenes, en las que no están permitidos ni el alcohol ni el tabaco. Además, Guajaraventura aporta a La Noche en Blanco todas las infraestructuras que se utilizan -carpas, altavoces y escenario- y su torre multiaventura para el disfrute de los vecinos, en la que se combina la escalada con el salto en tirolina. 

La empresa organiza anualmente desde hace seis años viajes de esquí dentro de la categoría de las actividades de aventura. En ellos, grupos de escolares de toda la Isla viajan a Andorra, Sierra Nevada y Los Pirineos por un precio que oscila de los 700 a los 900 euros con todo incluido: traslado, dietas, alojamiento, material, forfait y clases de esquí. En cuanto al resto de precios, el alquiler de un castillo hinchable por un día completo son 100 euros y 0´85 cada silla, por ejemplo.

Guajaraventura trabaja principalmente en La Laguna, aunque también el Cabildo de Tenerife y los ayuntamientos de Arico y Santiago del Teide, entre otros, precisan de sus servicios. La empresa tuvo su primera sede en San Benito, que se trasladó el pasado mes de agosto a La Higuerita para disponer de un local mucho más amplio en el que refugiar todo el material.

Además de los dos socios, la empresa cuenta con un equipo de cuatro empleados y otros tantos colaboradores esporádicos con experiencia en varios campos, entre los cuales se encuentran alpinistas, técnicos de senderos, escaladores, personal de trabajos verticales, animadores, dinamizadores y socorristas.

"El secreto de nuestro negocio es que, mientras que el resto de las empresas del sector se especializan solo en una modalidad, nosotros hemos aglutinado todas para ser más competitivos", explica Carlos Tejera. 

Entre sus próximos proyectos, que estará listo en un mes, está el de alquilar una finca o un gran salón con capacidad para 500 personas que la empresa pueda gestionar personalmente con el objetivo de ofrecérselo a sus clientes para la celebración de congresos y otros eventos.