LA LAGUNA (La Opinión)
"Cuando la gente lleva mucho tiempo en el paro y no encuentra trabajo al
final se desmotiva, deja de buscar y se siente fracasada". Así describe
Sonia Herrera, presidenta de la ONG Entrelazados, las razones que
llevaron al nacimiento de su asociación, que se dedica a formar a
desempleados laguneros en riesgo de exclusión social y sin estudios para
ayudarles a encontrar trabajo.
Según la responsable de Entrelazados, "nos dimos cuenta de que la principal carencia en la búsqueda de empleo de los ciudadanos estaba en la falta de formación previa". "Por eso decidimos centrar en ello todos nuestros esfuerzos, a diferencia de otras asociaciones que se dedican a la orientación laboral o la mediación con empresas", matizó.
Los cursos impartidos por esta ONG con sede en el centro ciudadano de San Jerónimo se diferencian por ser principalmente prácticos y utilizar materiales reales durante las clases. "El perfil de los usuarios lo forman adultos sin formación ni hábito de estudiar, por eso para ellos lo más fácil es aprender a través de la práctica", explica Herrera.
Entrelazados destaca por adaptar su oferta a la demanda real de las empresas. Por eso, cada semana los responsables de la asociación estudian las vacantes de empleo más comunes para ofrecer cursos que se amolden a las necesidades del mercado. De ahí que en la actualidad, entre más de una veintena de opciones, la ONG forme a los vecinos para obtener los permisos de manipulador de alimentos y material fitosanitario, técnico en manejo de maquinaria agrícola, mantenimiento de parques y jardines, acompañante de transporte escolar, carretillero o auxiliar de guardería.
Después de tres años de trabajo, desde sus sedes de La Laguna y Granadilla, la asociación atiende en la actualidad de forma gratuita a casi 400 vecinos de 14 municipios diferentes de toda la Isla. "Ellos mismos se sorprenden de todo lo que son capaces de aprender con nosotros en tan poco tiempo", asegura Sonia Herrera, ya que los cursos oscilan entre las cinco y las 50 horas de duración.
Según la presidenta de Entrelazados, "con el simple hecho de levantarse cada mañana y venir al curso, los usuarios se sienten útiles, recuperan su autoestima y cambian de actitud, ya que retoman nuevas expectativas porque ven que pueden volver a conseguir un empleo".
Los cursos son impartidos por personal de la asociación, que componen un total de 12 trabajadores. Una de las ventajas principales que ofrece Entrelazados a diferencia de otras ONG es que, a pesar de que en la parte teórica participan alrededor de 20 personas, los alumnos se dividen en grupos de cinco a la hora de realizar las prácticas con el objetivo de disponer de más tiempo para manejar personalmente la maquinaria. "Trabajamos con materiales reales y de buena calidad", asegura Herrera. "Por ejemplo, en los cursos de manejo básico de desbrozadora las máquinas que los chicos utilizan cuestan 1.600 euros cada una y los equipos de seguridad para los cursos de motosierra rozan los 450".
Otra peculiaridad de Entrelazados es que la teoría siempre se imparte en centros públicos, como asociaciones de vecinos, institutos o sedes sociales; mientras que las prácticas se imparten en dependencias que presta el Ayuntamiento. De esta forma, a la vez que aprenden, los chicos colaboran con el municipio, por ejemplo, limpiando de maleza los terrenos durante los cursos de manejo de desbrozadora o talando árboles en mal estado durante las clases de motosierra. "Esto permite que muchas veces el Ayuntamiento requiera los servicios de alguno de nuestros usuarios una vez que han terminado su formación para contratarles en caso de que haya alguna vacante", explicó la responsable.
Mónica Martín, concejal de Desarrollo Local en el Consistorio lagunero, explicó que "la financiación de este tipo de asociaciones es 100% municipal, porque siempre preferimos contribuir a una causa social antes que contratar empresas privadas".
Santiago Díaz lleva tres años en paro y se ha formado en Entrelazados como acompañante de transporte escolar. "Me parece una iniciativa muy buena porque son contenidos sencillos y las prácticas en grupos reducidos nos permiten disponer de herramientas suficientes", declaró el joven. Estos días coincide en el curso básico de desbrozadora con Omelia Delgado, que ha participado en las clases de manipulador de material fitosanitario y de motosierra. "Lo mejor es que aprendemos a la vez que estamos entretenidos", concluyó.
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