LA LAGUNA (La Opinión) La capilla de la Cruz Verde del casco de La Laguna ha sufrido actos vandálicos desde hace dos años por parte de estudiantes e indigentes. El último ocurrió hace dos semanas, cuando varios jóvenes reventaron la puerta a patadas y entraron para hacer botellón. Como consecuencia de estos actos y para frenar el deterioro, el Ayuntamiento se ha visto obligado a limpiar el interior, blindar la entrada y preparar un proyecto de rehabilitación de todo el espacio.
Según señaló el concejal de Participación Ciudadana y Turismo, Yeray Rodríguez, ya se ha llevado a cabo la primera intervención de urgencia por parte de una cuadrilla de la Concejalía, compuesta por carpinteros, pintores, albañiles y trabajadores de la limpieza. "Los materiales del portón se han ido deteriorando con el paso del tiempo y cada vez son más frágiles", matizó el concejal, "así que hemos tenido que cambiar la puerta y pintarla de nuevo para reforzar la seguridad de la capilla". Además, con motivo de la renovación se han acondicionado los jardines que rodean la ermita.
Esta reparación se ha completado con la retirada de la enorme cantidad de basuras y botellas que había en el interior, como consecuencia del abandono al que se ha visto sometida la iglesia en los últimos años. "La capilla ha quedado completamente limpia por dentro tras la intervención de la cuadrilla. No robaron nada porque desde hace unos años está vacía", aseguró el Rodríguez.
El deterioro que sufría la capilla, así como el descuido por parte de las autoridades, ya fue denunciado en 2009 por el actual concejal de Participación Ciudadana, entonces en la oposición, y por varias asociaciones vecinales. El equipo de limpieza se encontró con latas de cerveza, cartones, botellas e incluso preservativos, ya que además de la práctica del botellón, accedían indigentes y drogodependientes.
Reforma
Aparte de las medidas urgentes, el Consistorio proyecta una reforma completa de la capilla de la Cruz Verde para la próxima primavera. En esta ocasión, las reformas incluirán la retirada de humedades de las paredes del edificio y una limpieza profunda de la sala. Además, según las palabras del concejal, se pintará de nuevo la capilla y se cambiará la actual puerta por una de materiales más resistentes como la tea.
Eso permitiría recuperar la tradición que caracterizaba esta capilla. La cruz plateada que estaba en su interior se trasladó en 2008 a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán debido a la falta de seguridad. Desde ese año, volvía cada 3 de mayo, por el Día de la Cruz, pero ese mismo día era devuelta a Santo Domingo de Guzmán. Según Yeray Rodríguez, la restauración hará que la cruz plateada vuelva a su lugar original.
La capilla de la Cruz Verde fue levantada con carácter expiatorio en el siglo XVIII, por un crimen que se cometió en este lugar. La leyenda cuenta que a los pies de la cruz que preside la fachada principal, la que da nombre al templo, había un banco de piedra donde se encontró un día el cadáver de un joven caballero de Santa Cruz de Tenerife. La iniciativa de su construcción partió de los hermanos Fernández Quintana, propietarios de la casa contigua y uno de los cuales resultó ser un famoso pintor canario de la época. Ambos ayudaron al Adelantado, Alonso Fernández de Lugo, en la conquista de Canarias. Posteriormente, la construcción fue adquirida por el marqués de Siete Fuentes, quien se la vendió a la familia Oramas. Esta fue quien la puso en manos de su actual propietario, el señor Gorcón.
La iglesia, ubicada al final de la calle Herradores, fue edificada sobre el lugar donde antiguamente se encontraba el llamado humilladero de la ciudad, que solía estar en lugar apartado del centro, y que era usado para descanso de los ajusticiados, alzados guanches que iban camino de la horca en la época de la Conquista. Según el mito, allí fue decapitado el hijo del Adelantado.
La capilla de la Cruz Verde recibe su nombre en alusión al color con el que se pintó el crucifijo y la puerta de la fachada exteriores en la fecha de su creación. Tras la rápida renovación que se ha llevado a cabo, la entrada vuelve a ser verde. Habrá que esperar a mayo para ver si también la cruz recupera su color original.
Según señaló el concejal de Participación Ciudadana y Turismo, Yeray Rodríguez, ya se ha llevado a cabo la primera intervención de urgencia por parte de una cuadrilla de la Concejalía, compuesta por carpinteros, pintores, albañiles y trabajadores de la limpieza. "Los materiales del portón se han ido deteriorando con el paso del tiempo y cada vez son más frágiles", matizó el concejal, "así que hemos tenido que cambiar la puerta y pintarla de nuevo para reforzar la seguridad de la capilla". Además, con motivo de la renovación se han acondicionado los jardines que rodean la ermita.
Esta reparación se ha completado con la retirada de la enorme cantidad de basuras y botellas que había en el interior, como consecuencia del abandono al que se ha visto sometida la iglesia en los últimos años. "La capilla ha quedado completamente limpia por dentro tras la intervención de la cuadrilla. No robaron nada porque desde hace unos años está vacía", aseguró el Rodríguez.
El deterioro que sufría la capilla, así como el descuido por parte de las autoridades, ya fue denunciado en 2009 por el actual concejal de Participación Ciudadana, entonces en la oposición, y por varias asociaciones vecinales. El equipo de limpieza se encontró con latas de cerveza, cartones, botellas e incluso preservativos, ya que además de la práctica del botellón, accedían indigentes y drogodependientes.
Reforma
Aparte de las medidas urgentes, el Consistorio proyecta una reforma completa de la capilla de la Cruz Verde para la próxima primavera. En esta ocasión, las reformas incluirán la retirada de humedades de las paredes del edificio y una limpieza profunda de la sala. Además, según las palabras del concejal, se pintará de nuevo la capilla y se cambiará la actual puerta por una de materiales más resistentes como la tea.
Eso permitiría recuperar la tradición que caracterizaba esta capilla. La cruz plateada que estaba en su interior se trasladó en 2008 a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán debido a la falta de seguridad. Desde ese año, volvía cada 3 de mayo, por el Día de la Cruz, pero ese mismo día era devuelta a Santo Domingo de Guzmán. Según Yeray Rodríguez, la restauración hará que la cruz plateada vuelva a su lugar original.
La capilla de la Cruz Verde fue levantada con carácter expiatorio en el siglo XVIII, por un crimen que se cometió en este lugar. La leyenda cuenta que a los pies de la cruz que preside la fachada principal, la que da nombre al templo, había un banco de piedra donde se encontró un día el cadáver de un joven caballero de Santa Cruz de Tenerife. La iniciativa de su construcción partió de los hermanos Fernández Quintana, propietarios de la casa contigua y uno de los cuales resultó ser un famoso pintor canario de la época. Ambos ayudaron al Adelantado, Alonso Fernández de Lugo, en la conquista de Canarias. Posteriormente, la construcción fue adquirida por el marqués de Siete Fuentes, quien se la vendió a la familia Oramas. Esta fue quien la puso en manos de su actual propietario, el señor Gorcón.
La iglesia, ubicada al final de la calle Herradores, fue edificada sobre el lugar donde antiguamente se encontraba el llamado humilladero de la ciudad, que solía estar en lugar apartado del centro, y que era usado para descanso de los ajusticiados, alzados guanches que iban camino de la horca en la época de la Conquista. Según el mito, allí fue decapitado el hijo del Adelantado.
La capilla de la Cruz Verde recibe su nombre en alusión al color con el que se pintó el crucifijo y la puerta de la fachada exteriores en la fecha de su creación. Tras la rápida renovación que se ha llevado a cabo, la entrada vuelve a ser verde. Habrá que esperar a mayo para ver si también la cruz recupera su color original.
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