LA LAGUNA (La Opinión) "Es una gran oportunidad poder disfrutar de un espectáculo como este en un entorno tan envidiable". Esas eran las palabras de Ana Herrero, una vecina de La Orotava que, un año más, acudió anoche por tercera vez al tradicional concierto de Navidad que Los Sabandeños ofrecen en la plaza de La Concepción.
Este grupo de La Laguna congregó anoche en su tierra a cientos de seguidores, que se mostraron muy animados durante toda la actuación. La cita se ha convertido en la última década en uno de los eventos más típicos dentro de los actos del programa navideño de esta localidad.
Como es habitual, el acto fue gratuito y público, algo que los vecinos valoraron este año más que nunca por aquello de la crisias. "Es de agradecer que ofrezcan un concierto sin pagar. Según están las cosas, si no fuese así no vendría tanta gente", aseguró Juana García, vecina de Santa Cruz.
A pesar de eso, muchos de los asistentes se quejaron ayer de la poca publicidad que se le ha dado al evento y que ha impedido a algunos vecinos acudir a esta cita por su desconocimiento.
"Yo me enteré porque el otro día pasé por la puerta de su local y estaban ensayando. Leí que el concierto era hoy y por eso vine", afirmó Ruymán Suárez.
Algunos de los presentes se encontraron con el espectáculo mientras paseaban y se quedaron a verlo. Este fue el caso de María del Carmen Segovia, una turista: "Conozco al grupo pero no sabía nada. Me he acercado a la plaza de La Concepción porque he visto mucha gente, así que ya me quedo hasta que terminen".
Su repertorio, que hizo bailar y aplaudir a muchos de los presentes, se basó, sobre todo, en una selección de villancicos canarios y alguna incursión en el repertorio navideño sudamericano. Además, el concierto sirvió como presentación del último disco del grupo, La huella del guanche, del que presentaron su primer sencillo, La cantata del mencey loco. Los Sabandeños recuperaron además algunos de los temas más conocidos de su anterior disco, Amoríos.
A lo largo de sus cuatro décadas de historia, este grupo lagunero ha logrado llegar a muchos rincones del mundo con sus más de 70 álbunes, de los que han vendido más de dos millones de copias. Para Rubén Barreto, uno de sus seguidores, "son un símbolo de nuestra tierra, y hay que recompensar el esfuerzo que hacen para que nuestra música se escuche en toda España y en muchos otros países".
Este grupo de La Laguna congregó anoche en su tierra a cientos de seguidores, que se mostraron muy animados durante toda la actuación. La cita se ha convertido en la última década en uno de los eventos más típicos dentro de los actos del programa navideño de esta localidad.
Como es habitual, el acto fue gratuito y público, algo que los vecinos valoraron este año más que nunca por aquello de la crisias. "Es de agradecer que ofrezcan un concierto sin pagar. Según están las cosas, si no fuese así no vendría tanta gente", aseguró Juana García, vecina de Santa Cruz.
A pesar de eso, muchos de los asistentes se quejaron ayer de la poca publicidad que se le ha dado al evento y que ha impedido a algunos vecinos acudir a esta cita por su desconocimiento.
"Yo me enteré porque el otro día pasé por la puerta de su local y estaban ensayando. Leí que el concierto era hoy y por eso vine", afirmó Ruymán Suárez.
Algunos de los presentes se encontraron con el espectáculo mientras paseaban y se quedaron a verlo. Este fue el caso de María del Carmen Segovia, una turista: "Conozco al grupo pero no sabía nada. Me he acercado a la plaza de La Concepción porque he visto mucha gente, así que ya me quedo hasta que terminen".
Su repertorio, que hizo bailar y aplaudir a muchos de los presentes, se basó, sobre todo, en una selección de villancicos canarios y alguna incursión en el repertorio navideño sudamericano. Además, el concierto sirvió como presentación del último disco del grupo, La huella del guanche, del que presentaron su primer sencillo, La cantata del mencey loco. Los Sabandeños recuperaron además algunos de los temas más conocidos de su anterior disco, Amoríos.
A lo largo de sus cuatro décadas de historia, este grupo lagunero ha logrado llegar a muchos rincones del mundo con sus más de 70 álbunes, de los que han vendido más de dos millones de copias. Para Rubén Barreto, uno de sus seguidores, "son un símbolo de nuestra tierra, y hay que recompensar el esfuerzo que hacen para que nuestra música se escuche en toda España y en muchos otros países".
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