LA LAGUNA (La Opinión) "La inmigración no solo se produce por hambre, como la gente piensa. Hay muchas otras razones como los problemas familiares, las catástrofes naturales, la búsqueda de un futuro que tu país te niega o las razones políticas". Estas eran las palabras de Malal Diallo, un inmigrante de Guinea Conakry de 19 años quien, junto con el marroquí Lahcen Bekendaren, de 21, recorren colegios e institutos laguneros para sensibilizar a los alumnos con sus charlas sobre la integración de los inmigrantes.
Malal y Lahcen son alumnos de la escuela-taller Don Bosco de Taco, dedicada a la formación y posterior inserción laboral de los extranjeros. Allí estudian el curso de agente intercultural, que comenzaron en octubre de 2010 y que concluirá el próximo abril. A través de un convenio de colaboración con la escuela, los dos jóvenes realizan sus prácticas con la ONG Federación de Asociaciones Incode, que terminarán cuando finalice el proyecto el próximo mes de febrero.
Los destinatarios de estos talleres son alumnos de 4º de primaria a 2º de bachillerato. Algunos de los centros que los jóvenes han recorrido son Montaña Pacho, IES La Laguna, el colegio público La Verdellada, IES Marina Cebrián y el colegio público San Benito. Las diferentes charlas tratan temas como el comercio justo, mujer e inmigración, estereotipos y discriminación y flujos migratorios, entre otros.
"La experiencia está siendo muy gratificante, porque estamos aprendiendo mucho del trato directo con la gente, que es lo que nos va servir en el futuro", explicó Lahcen. Malal se siente "muy orgulloso" por la labor realizada: "Se ve a los jóvenes muy atentos cuando les hablamos, porque les contamos experiencias propias. Además, participan mucho con sus preguntas y se quedan muy contentos con nosotros", aseguró el joven guineano.
El personal técnico de Incode está presente durante las charlas para ayudar a estos dos inmigrantes en cualquier duda que puedan tener. "Está siendo una experiencia excelente trabajar con ellos. Forman parte de nuestro equipo de trabajo y se les ve con unas ganas enormes de aprender, integrarse y enseñar todo lo que saben", aseguró Jessica Montesinos, trabajadora social de la fundación.
Llegaron solos a Tenerife, Malal en 2008 y Lahcen en 2006. Buscaban formación profesional que en sus países de origen no podían encontrar. Actualmente, además de estudiar, colaboran con los servicios sociales del municipio para ayudar a los nuevos inmigrantes con la documentación y otros trámites, de modo que, gracias a ellos, pueden insertarse en la sociedad lagunera con mayor facilidad. "Yo cuando llegué me sentía impotente porque no podía comunicarme", explico Malal. Según el guineano, "una vez que aprendes el idioma, la integración cada vez es más fácil".
Buenos resultados
Los talleres comenzaron a celebrarse el pasado mes de septiembre como parte del proyecto Migrar de la Federación de Asociaciones Incode, subvencionado por el Servicio Canario de Empleo y el Fondo Social Europeo. A día de hoy, 1.621 alumnos laguneros se han beneficiado de estas charlas.
Para Txell Rodríguez, coordinadora de la iniciativa, "se han superado las expectativas más que de sobra, ya que se había calculado que 1.500 personas participarían del proyecto completo, y, a pesar de que todavía queda un mes, solo con los talleres hemos alcanzado una cifra muy superior". Ante los resultados obtenidos, la Federación se plantea seguir trabajando en esta línea y repetir la experiencia en futuras ocasiones.
Malal y Lahcen son alumnos de la escuela-taller Don Bosco de Taco, dedicada a la formación y posterior inserción laboral de los extranjeros. Allí estudian el curso de agente intercultural, que comenzaron en octubre de 2010 y que concluirá el próximo abril. A través de un convenio de colaboración con la escuela, los dos jóvenes realizan sus prácticas con la ONG Federación de Asociaciones Incode, que terminarán cuando finalice el proyecto el próximo mes de febrero.
Los destinatarios de estos talleres son alumnos de 4º de primaria a 2º de bachillerato. Algunos de los centros que los jóvenes han recorrido son Montaña Pacho, IES La Laguna, el colegio público La Verdellada, IES Marina Cebrián y el colegio público San Benito. Las diferentes charlas tratan temas como el comercio justo, mujer e inmigración, estereotipos y discriminación y flujos migratorios, entre otros.
"La experiencia está siendo muy gratificante, porque estamos aprendiendo mucho del trato directo con la gente, que es lo que nos va servir en el futuro", explicó Lahcen. Malal se siente "muy orgulloso" por la labor realizada: "Se ve a los jóvenes muy atentos cuando les hablamos, porque les contamos experiencias propias. Además, participan mucho con sus preguntas y se quedan muy contentos con nosotros", aseguró el joven guineano.
El personal técnico de Incode está presente durante las charlas para ayudar a estos dos inmigrantes en cualquier duda que puedan tener. "Está siendo una experiencia excelente trabajar con ellos. Forman parte de nuestro equipo de trabajo y se les ve con unas ganas enormes de aprender, integrarse y enseñar todo lo que saben", aseguró Jessica Montesinos, trabajadora social de la fundación.
Llegaron solos a Tenerife, Malal en 2008 y Lahcen en 2006. Buscaban formación profesional que en sus países de origen no podían encontrar. Actualmente, además de estudiar, colaboran con los servicios sociales del municipio para ayudar a los nuevos inmigrantes con la documentación y otros trámites, de modo que, gracias a ellos, pueden insertarse en la sociedad lagunera con mayor facilidad. "Yo cuando llegué me sentía impotente porque no podía comunicarme", explico Malal. Según el guineano, "una vez que aprendes el idioma, la integración cada vez es más fácil".
Buenos resultados
Los talleres comenzaron a celebrarse el pasado mes de septiembre como parte del proyecto Migrar de la Federación de Asociaciones Incode, subvencionado por el Servicio Canario de Empleo y el Fondo Social Europeo. A día de hoy, 1.621 alumnos laguneros se han beneficiado de estas charlas.
Para Txell Rodríguez, coordinadora de la iniciativa, "se han superado las expectativas más que de sobra, ya que se había calculado que 1.500 personas participarían del proyecto completo, y, a pesar de que todavía queda un mes, solo con los talleres hemos alcanzado una cifra muy superior". Ante los resultados obtenidos, la Federación se plantea seguir trabajando en esta línea y repetir la experiencia en futuras ocasiones.
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