lunes, 21 de enero de 2013

La ciudad estrena en tres meses el túnel y el paseo para peatones de la Vía Litoral

El Gobierno de Canarias ultima las obras que revolucionarán la zona marítima

 

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife reorganizó ayer de nuevo el tráfico en la Avenida de Anaga, esta vez para dar los últimos retoques a las obras de la Vía Litoral en los alrededores de la Alameda que, cumpliendo las últimas previsiones del Gobierno de Canarias, estarán finalizadas en tres meses.

Así lo confirmó el concejal de Obras y Servicios Municipales del Consistorio, Dámaso Arteaga, que ayer visitó la zona junto con otros técnicos del área para supervisar los trabajos. El edil explicó que el túnel que conectará el Cabildo con la Avenida de Anaga "está terminado" y que "solo queda rematar" la zona exterior. "Si no surge ningún imprevisto, tanto los carriles soterrados como la superficie peatonal, incluida una explanada entre la Alameda y el Puerto, estarán abiertos al público a finales del mes del marzo o como mucho a principios de abril", confirmó.

Para que los obreros puedan trabajar estos últimos meses sobre la superficie, la circulación fue ayer reorganizada en la mitad de la Avenida de Anaga, a su llegada a desembocadura de la calle de La Marina, donde se abrirá una pequeña parte de la gran explanada, de 40.000 metros cuadrados, que llegará hasta la Plaza de España.

Los cuatro carriles que discurren habitualmente por esta zona hasta la salida peatonal del Puerto tinerfeño quedaron reducidos a dos el pasado mes de junio, uno para cada sentido. Ayer, las dos vías fueron trasladadas unos metros hacia la zona que linda con el mar, para que los técnicos puedan emplearse en los próximos días en ensanchar la acera que linda con los comercios.

Además, los coches que se incorporan desde la Alameda deben girar ahora obligatoriamente hacia el Cabildo, mientras que hasta el momento podían dirigirse también hacia la Avenida de Anaga en dirección al Muelle Norte.

Esto provocó algunas retenciones a lo largo de todo el día, ya que en dicha intersección confluyen vehículos de tres direcciones diferentes que deben respetar un semáforo, a lo que se suma el despiste de los conductores –que aún no conocían las nuevas normas– y el embudo que se forma al atravesar el carril las dos zonas en obras de los lados.

Una vez que se inaugure esta parte de la Vía Litoral, los coches circularán por los cuatro carriles soterrados –dos en cada dirección–, cuyas obras fueron terminadas a finales del año pasado, como había planificado la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias. Esto permitirá mejorar el tráfico entre el norte y sur de la ciudad, descongestionar la circulación en este perímetro y reducir la contaminación y el ruido en el centro.

Dámaso Arteaga adelantó asimismo que en la superficie se habilitará un único carril en dirección a la Plaza de España, para permitir que los vehículos accedan al aparcamiento subterráneo que en ella se ubica y a la Calle La Marina. Los coches que procedan de esta última también podrán incorporarse a la circulación de la vía superior y viceversa, así como las guaguas y los taxis.

El carril superior dividirá la zona peatonal en dos. A la derecha, una gran explanada diáfana y multiusos a continuación de la Alameda, en la que la constructora trabaja actualmente y donde podrán realizarse y organizarse actividades lúdicas, hasta que el Gobierno autonómico decida la utilidad que se le dará.

A la izquierda, las obras han permitido ganar espacio al mar, gracias a la rehabilitación de un antiguo tablero, propiedad del Ejecutivo canario. La zona será habilitada como un gran paseo de 2.000 metros cuadrados, que conectará con la Plaza de España y de nuevo con la Alameda. Según el concejal, "esto permitirá crear una gran zona destinada por completo a los peatones y una mayor accesibilidad de los turistas y los chicharreros hacia el centro de la ciudad".

El concejal añadió que "junto al carril se están construyendo una treintena de plazas de aparcamiento en batería para suplir las que hemos tenido que quitar con los trabajos". Los residentes continúan resignados con las obras, aunque esperanzados con su próxima conclusión. "Después de construir el túnel, que era lo más complicado, el resto estará listo enseguida", indica Julio Amancio, uno de los vecinos, para añadir que "con lo rápido que avanzan los trabajos, pronto podremos presumir de tener una nueva ciudad, abierta al mar".

Quedará por terminar la mayor parte de la explanada de 40.000 metros en la parte que linda con la Plaza de España.

 

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