martes, 14 de agosto de 2012

El Cabildo prohíbe peregrinar a Candelaria por los senderos

ALBA BLANCO (La Opinión) El Cabildo de Tenerife mantiene desde ayer la prohibición de transitar por los dos senderos de peregrinación a Candelaria. El cierre de los caminos que unen Las Lagunetas con Igueste y La Crucita con Arafo se produjo el pasado viernes ante las altas temperaturas previstas para el fin de semana y el riesgo de incendio. La persistencia de ambos factores ha hecho que esta medida cautelar se mantenga hasta mañana. Como alternativa, el Gobierno insular cerrará al tráfico la Carretera de Los Loros para que los peregrinos puedan realizar la tradicional caminata hasta la Villa Mariana. 

Esta vía será de uso exclusivo para los romeros desde las 18:00 horas de hoy hasta las 06:00 de mañana, ya que es durante este tiempo cuando mayor número de peregrinos realizan su descenso a pie desde la cumbre hasta Candelaria. A pesar de que las temperaturas han iniciado un leve descenso desde el pasado fin de semana, el área de Medio Ambiente del Cabildo insular mantiene la prohibición de transitar por todas las pistas forestales y senderos de las zonas afectadas por el incendio iniciado en Ifonche el pasado 15 de julio. 

El cierre cautelar de los senderos ha hecho descender notablemente el número de peregrinos que hasta la fecha han llegado a pie a Candelaria. Muchos de los caminantes habituales se han visto obligados a suspender este año su tradicional paseo. Javier Rodríguez, de los bomberos voluntarios de Santiago del Teide, es uno de los afectados. "Solemos venir más de 100 personas en peregrinación, pero este año hemos tenido que anular la excursión cuando ya teníamos todo preparado", cuenta mientras deposita un ramo de flores a la Virgen de Candelaria. Aún así, Rodríguez no faltó a la cita y ayer acudió hasta la Basílica en coche junto a su mujer para ofrecerle una gran cesta llena de comida en nombre de todos sus compañeros. Fruta, galletas, leche, arroz, pasta y zumos fueron algunos de los alimentos no perecederos que los bomberos de Santiago del Teide entregaron a la Virgen y que, tras estas fiestas, serán repartidos a los más necesitados. "Hice una promesa por un compañero que falleció en un accidente y llevo 18 años sin faltar a ver a La Morenita", explicó Rodríguez.

Como él, Felipe Díaz se lamentaba ayer de rodillas ante la Virgen por haber tenido que suspender su tradicional caminata desde el Sur de la Isla. Este vecino de San Isidro llega cada año a pie hasta Candelaria por el Día de la Patrona desde hace un decenio. Según Díaz, "cada vez nos ponen más obstáculos para realizar nuestras promesas, sobre todo a quienes venimos del Sur". "Nos tenemos que jugar la vida en la carretera, ir por lugares oscuros y sin seguridad y encima, al llegar a Güímar, nos desvían del sendero y nos vemos obligados a ir por la costa", cuenta, para concluir que "lo último que nos faltaba es que nos prohibieran caminar y al final lo han hecho". 

Frente a Felipe, un grupo de alrededor de 50 militares del Regimiento de Artillería de Campaña número 93 cumplieron ayer con el tradicional ritual de la peregrinación a la Villa Mariana y asistieron voluntariamente a visitar a la Virgen. "Hemos salido del cuartel de Los Rodeos alrededor de las 08:30 horas y hemos llegado a la Basílica sobre las 13:15", explicó Juan Gómez. Los soldados realizaron la excursión a través de la antigua carretera general del Sur, por Las Raíces. "En total han sido alrededor de 25 kilómetros", matizó el militar Tomás Rodríguez, que este año visitó a la Virgen de Candelaria por primera vez. 

A pesar de las prohibiciones, hubo quienes llegaron a pie hasta la Basílica de Candelaria a través de los senderos que permanecen cerrados desde el pasado viernes. Así lo hicieron las hermanas Martín, de Guía de Isora. Ambas partieron a las 06:30 horas de Las Crucitas y atravesaron la Caldera de Pedro Gil hasta llegar a Arafo, donde culmina el camino. Desde allí, Eudelia continuó con su hijo Sebastián hasta Candelaria y Carmen llegó en coche para recogerlos alrededor de las 14:00 horas. "Hemos visto carteles de que estaba prohibido caminar por allí, pero ponía que era solo el fin de semana", explicó Eudelia. "Vengo porque quiero pedirle a la Virgen que no me castigue tanto, porque estoy pasando unos años muy malos". 

Tanto ella como su hermana aseguran que "en la cumbre, había mucha gente esperando en los coches a que amaneciera para iniciar la peregrinación". Carmen, ha hecho el camino de Arafo descalza durante 13 años por una promesa. "Me tenía que vendar las piernas y no podía pararme en todo el trayecto porque sino empezaba a doler todo el cuerpo", cuenta Martín. 

Carmen Delia Oliva, vecina de Candelaria, asegura que "otros años, el día 13 ya se ven grupos grandes de gente llegando en peregrinación al pueblo, pero este año no he visto a casi nadie". "Aunque haga mucho calor no deberían prohibirlo, porque es una pena que la gente no pueda cumplir sus promesas, y es algo que forma parte de nuestra cultura", señaló Oliva.

Los comercios de Candelaria han notado el descenso de visitantes en sus negocios. Raquel Yanes, responsable de la floristería Leonor, afirma que "se ve mucha gente paseando, pero se nota que los peregrinos aún no han llegado, porque son quienes realmente consumen". Yanez confía en esta tarde, en la víspera del Día de la Patrona, se produzca la mayor afluencia a la Villa Mariana. 

El descampado donde suelen alojarse los peregrinos tan solo contaba ayer con un par de tiendas de campaña. "Normalmente aquí no cabe un alma", matizó Luis Melián, su vigilante. "Esperemos que mañana sea mejor día".

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