jueves, 9 de agosto de 2012

Una piscina hasta la bandera

ALBA BLANCO (La Opinión) José Antonio Torres veranea desde siempre en La Punta. Sin embargo, nunca ha podido bañarse en la piscina natural y las calas de la costa lagunera debido a una minusvalía física que lo mantiene postrado en una silla de ruedas. Este verano es especial para él, pues el hecho de que la zona de baño haya sido distinguida con la Bandera Azul ha mejorado la accesibilidad para los minusválidos y ha incorporado un carrito para que puedan bañarse. La limpieza del agua y de los alrededores ha contribuido además a que el número de usuarios haya superado los 500 diarios solo en la piscina.

La única Bandera Azul de toda la historia del municipio ondea desde junio junto a la pileta y las calas de El Arenisco. La Fundación Europea de Educación Ambiental concedió a esta zona de baño el distintivo de calidad como reconocimiento al buen estado de sus aguas, la accesibilidad y la seguridad de sus instalaciones, entre las 45 banderas que se han llevado las costas de Canarias este verano.

Los laguneros han valorado este galardón y han incrementado sus visitas a la zona desde el pasado mes de julio. "Hemos notado que viene mucha más gente, incluso desde antes de verano", explica Rafael Hidalgo, uno de los socorristas de Cruz Roja que trabaja en la zona. "A diario hay una media de 300 a 400 usuarios y en agosto superan los 500". 

La limpieza del agua, de las instalaciones y del entorno de El Arenisco es uno de los principales factores que han contribuido a la consecución del distintivo y a la afluencia de los veraneantes. La piscina se limpia a fondo a primera hora de la mañana todos los días. Posteriormente, los trabajadores del servicio de limpieza del Ayuntamiento de La Laguna se encargan de mantener la zona libre de desperdicios durante el resto de la jornada. "Realizamos una media de 16 batidas al día en este entorno", cuenta Luis Miguel Gutiérrez, trabajador de Urbaser mientras barre las colillas y algún que otro papel. "Yo paso por aquí ocho veces cada mañana y mi compañero de tarde lo mismo".

Precisamente, Nieves Santos, una lanzaroteña que veranea cada año en Punta del Hidalgo, asegura que "me gusta venir por lo limpia que están el agua y las instalaciones". La lagunera Chana Reyes reconoce mientras toma el sol que "este año todo el mundo tiene más cuidado con la limpieza y se nota que todo está en mejores condiciones". 

Los más satisfechos con la insignia de calidad de El Arenisco son los minusválidos. La Bandera Azul ha hecho que este verano puedan disponer de un carrito de tres ruedas que flota en el agua para que, con ayuda de los voluntarios de Cruz Roja, puedan bañarse tantas veces como quieran. "Solemos atender al día a una media de cinco personas en este servicio", explica Jonathan Prieto.
El santacrucero José Antonio Torres se refresca en la piscina de dos a tres veces cada día, pues siempre pasa los meses de verano en su apartamento de Punta del Hidalgo. "Este es el primer año que puedo bañarme", celebra Torres. "Estoy tan a gusto que, aunque tenía pensado irme en septiembre, seguramente me quedaré más tiempo".
Además de José Antonio y el resto de discapacitados que acuden a diario a El Arenisco, la fácil accesibilidad de la piscina ha hecho que varios grupos de minusválidos psíquicos se desplacen dos veces por semana hasta la zona para disfrutar de las instalaciones. La seguridad que ofrecen los voluntarios de Cruz Roja, que vigilan la costa desde las 10:30 hasta las 20:00 horas, es otro de los factores clave. "Los chicos ya nos conocen y nos tratan de una forma muy especial, como si fuéramos de la familia", explica Torres. 

Los comercios de la zona también se han beneficiado de este aumento en la afluencia de visitantes, que provienen sobre todo del casco, Tejina y Tegueste. "Está siendo un verano muy bueno y agosto se espera que sea aún mejor", subraya Carmen Melián, propietaria del quiosco de helados que se sitúa frente a la piscina. "El tiempo también nos está favoreciendo mucho". Sin embargo, Manolo Melián, propietario del restaurante colindante, asegura mientras cocina una ración de lapas que "nuestros clientes siguen siendo los mismos de siempre". 

Si alguna pega tienen que poner los laguneros a El Arenisco es la falta de zonas con sombra. Ahora solo queda mantener las condiciones actuales para que la Bandera Azul se mantenga muchos años más.

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