ALBA BLANCO
(La Opinión) Comienza la cuenta atrás para el acto más importante del año para los
tejineros: la entrada y exaltación de los Corazones de la Calle de
Abajo, la Calle del Pico y la Calle de Arriba. Desde el lunes, los
componentes de las tres asociaciones trabajan cada tarde en la minuciosa
preparación de las tortas de pan decorativas. Las guardan como oro en
paño para evitar su deterioro hasta el próximo domingo, día en que
ofrecerán estos monumentos a San Bartolomé. Y sobre todo, las ocultan de
sus oponentes para evitar que les copien las ideas.
Los
Corazones se montarán en la madrugada del sábado para evitar que las
frutas se estropeen, al mismo tiempo que varias vecinas elaborarán los
ramos de flores durante toda la noche.
Los panaderos dedican las
tardes a amasar y hornear en sus locales las 16 tortas que lleva cada
Corazón, cuatro en la corona grande y 12 en la pequeña. Los motivos son
de lo más variado según la imaginación de cada creador. Predominan la
temática religiosa y agrícola, pero no hay reglas.
"Nuestras
tortas se caracterizan por ser las más voluminosas y porque en la corona
de abajo hay dos que se colocan en el centro, a diferencia de los otros
dos Corazones, que llevan todas alrededor", explica Noé Gutiérrez,
representante de la Calle del Pico. Además, en esta asociación se amasan
la harina y el agua con los pies, a diferencia de las otras dos, que lo
hacen con las manos. Tardan 45 minutos en preparar la masa para hacer
el dibujo, al que dedican unas tres horas.
Mientras, los
componentes de la Calle de Abajo recorren las casas y huertas del pueblo
en busca de limones, la fruta con la que decoran su Corazón. En la
Calle de Arriba se ven obligados a encargar las piñas en Mercatenerife,
puesto que es una pieza más difícil de conseguir que los limones o las
peras, características de la Calle del Pico. Según Eduardo González,
presidente de la Calle de Arriba, "nuestro Corazón es el que más pesa de
los tres debido a la fruta que lleva. Supera con creces los mil kilos",
asegura. En los tres casos, las piezas de fruta de cada Corazón deben
ser del mismo tamaño para que se vean iguales una vez colocadas. Lo
mismo ocurre con las tortas, cuyo tiempo de horneado debe controlarse
muy bien para que el color resulte similar entre ellas.
Mañana,
seis miembros de cada asociación acudirán a los montes de La Victoria en
busca de las ramas que forman el fondo de los Corazones. Estas se
enrollan alrededor de palos de caña que se superponen, para coser sobre
ellos la fruta y las tortas. Una media de 30 miembros participan en la
elaboración de cada uno de los Corazones de Tejina, aunque son casi mil
los vecinos que visten las camisetas en apoyo a su barrio durante las
Fiestas: naranjas en la Calle de Arriba, amarillas en la Calle de Abajo y
blancas en la Calle del Pico.
Aún queda trabajo por delante hasta la mañana del domingo, cuando las tres calles sacarán sus Corazones a la luz y los ofrecerán al San Bartolomé ante la atenta mirada de vecinos y visitantes.
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