LA LAGUNA (La Opinión) Eugenia Asenjo acompaña cada año a Nuestra Señora de Los Dolores en su procesión del último viernes de Cuaresma por las calles del casco de La Laguna. Sin embargo, el frío intenso de la tarde de ayer hizo que, tanto ella como los cientos de devotos y visitantes que acudieron a verla, tan solo esperaran su paso o se despidieran de la Virgen a su salida de la parroquia de La Concepción, a pocos minutos de las ocho de la tarde.
La música desgarradora y melancólica de la banda La Fe de La Laguna recibió a las puertas del templo a La Predilecta, como es conocida esta virgen por ser la favorita de su escultor, José Luján Pérez. "Se me han puesto los pelos de punta al verla salir, por la intensidad de la música y por la pena que da verle el puñal clavado en el pecho", explicó emocionada Tania Hernández. Los laguneros se santiguaban y miraban al cielo, siguiendo la vista de la virgen dolorosa. La procesión, que presidió la banda San Miguel de La Laguna por las calles de San Agustín, Juan de Vera y La Carrera, fue guiada por la Cofradía del Santísimo Cristo del Rescate y Nuestra Señora de Los Dolores.
Algunos de sus miembros hicieron el camino descalzos, en honor al sufrimiento que su imagen representa. Otras mujeres se acercaban y le besaban el manto. Antes de la procesión, se celebró una misa en la parroquia en su honor. La imagen volverá a recorrer las calles de la ciudad mañana, y el martes y viernes de la próxima semana. Sus devotos rezarán porque el tiempo les permita acompañarla.
La música desgarradora y melancólica de la banda La Fe de La Laguna recibió a las puertas del templo a La Predilecta, como es conocida esta virgen por ser la favorita de su escultor, José Luján Pérez. "Se me han puesto los pelos de punta al verla salir, por la intensidad de la música y por la pena que da verle el puñal clavado en el pecho", explicó emocionada Tania Hernández. Los laguneros se santiguaban y miraban al cielo, siguiendo la vista de la virgen dolorosa. La procesión, que presidió la banda San Miguel de La Laguna por las calles de San Agustín, Juan de Vera y La Carrera, fue guiada por la Cofradía del Santísimo Cristo del Rescate y Nuestra Señora de Los Dolores.
Algunos de sus miembros hicieron el camino descalzos, en honor al sufrimiento que su imagen representa. Otras mujeres se acercaban y le besaban el manto. Antes de la procesión, se celebró una misa en la parroquia en su honor. La imagen volverá a recorrer las calles de la ciudad mañana, y el martes y viernes de la próxima semana. Sus devotos rezarán porque el tiempo les permita acompañarla.
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