LA LAGUNA
(La Opinión)
Para los niños de 6º de primaria de 18 colegios concertados de la
Isla, las clases de ayer fueron un tanto diferentes. Los más de 500
alumnos cambiaron las matemáticas, el inglés o el conocimiento del medio
por discóbolos, platillos o pelotas de malabares, y el aula por el
polideportivo de la Universidad de La Laguna (ULL), donde se celebraron
las primeras olimpiadas de la Isla organizadas por la Asociación de
Centros de Enseñanza No Estatal (Acene).
Los chicos permanecieron en las instalaciones deportivas todo el día, desde las 9:30 hasta las 17:00 horas. Clasificados en ocho grupos de 60 niños, cada uno de ellos se compuso de alumnos de varios colegios diferentes. La mayoría eran centros de Santa Cruz y La Laguna, como el colegio Hispano del barrio de La Salud, el Máyex, San Jerónimo, Decroly, Nuryana o el Rodríguez Alberto, aunque también participaron centros de Tacoronte y algunos del sur de Tenerife, como el colegio Rodríguez Campos.
Según su organizador y presidente de Acene, David Luis, "este evento sirve para fomentar la integración entre los alumnos de diferentes colegios, para que convivan, compartan experiencias y hagan nuevos amigos".
Cada uno de los ocho grupos, que se designaron con nombres de animales –tigre, león, serpiente...– tenía un horario establecido para practicar, en tandas de 45 minutos, cada uno de los deportes de los que se componía la olimpiada. "Son juegos alternativos que no se practican de manera habitual, para que ningún alumno cuente con ventaja sobre los demás", explicó Edgar Núñez, profesor de Educación Física del Nuryana y exjugador del Club de Baloncesto Canarias.
Cada zona del polideportivo de la ULL se destinó a uno de los ocho deportes que se practicaron. En la zona de césped, tuvieron lugar las competiciones de lucha canaria, rugby tag (una modalidad de este deporte en la que no existe contacto entre los jugadores), indiakas (un deporte que consiste en pasarse a través de una red una pelota de la que salen unas largas plumas que la hacen mantenerse en el aire) y ultimate (en este caso lo que los alumnos lanzan es un platillo).
En las canchas de fútbol sala, los chicos practicaron el tradicional juego del brilé. En el pabellón cubierto tuvieron lugar las clases de batuka (aerobic con coreografía) y malabares. Y en las pistas de atletismo, los estudiantes disputaron carreras con los ojos tapados.
Desde hace aproximadamente un mes y medio, los niños han ensayado estos deportes y han aprendido sus normas es las clases escolares de Educación Física, ya que son los profesores de este departamento quienes han colaborado en la organización de las olimpiadas y quienes ejercieron de monitores en los diferentes deportes.
"Lo que más me gusta es el brilé, porque me divierte mucho. Juego incluso en los recreos del colegio", confesó Sheila Viera, del centro Nuryana. Sin embargo, para Pablo Afonso, del Decroly, "mi favorito es el rugby tag, porque me parece un deporte muy bonito y curioso de practicar". Según Núñez, ambos juegos son los preferidos de los niños porque "en ellos desarrollan habilidades parecidas a las de los deportes que suelen practicar, como el fútbol".
Los chicos tan solo dispusieron de 45 minutos para comer un pequeño picnic que trajeron de casa, momento que aprovecharon para hacer migas con compañeros de otros centros. "Las olimpiadas son una forma de conocer nuevos amigos. Estoy segura de que a los alumnos de 5º de primaria les encantaría estar aquí", afirmó Silvia Santana, del colegio Máyex.
Según el presidente de Acene, "la idea es continuar con estas olimpiadas en los próximos años. Que se mantengan y se mejoren". La organización ha previsto que para los siguientes encuentros participen colegios de Gran Canaria, de manera que se realicen dos jornadas, para que los alumnos tinerfeños puedan visitar posteriormente la Isla vecina.
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