lunes, 16 de abril de 2012

La cantera de parranderos

LA LAGUNA (La Opinión) "Necesitamos más gente, porque somos pocos y no podemos tocar y bailar a la vez. Tenemos que dividirnos". Con estas palabras reclamaba Nicolás Gutiérrez, de tan solo 11 años, nuevos componentes para la Escuela de Folklore Alisios del Valle, de la que forma parte desde hace dos, y que ayer celebró su IX aniversario en el centro ciudadano de Finca España. Para ello, la Escuela invitó al grupo infantil Nueva Esencia de Los Campitos y a la Agrupación Folklórica Princesa Dácil, del barrio santacrucero de Valleseco.

La Escuela Folklórica Alisios del Valle está formada por un grupo infantil, que ensaya una vez por semana en el centro ciudadano, y tres grupos adultos, de danza, canto e instrumental. Los mayores ensayan dos veces por semana durante todo el año. Tan solo descansan en agosto. Suelen actuar sobre todo en fechas señaladas como Navidad, el Día de Canarias o bailes de magos, y asisten a otros centros ciudadanos invitados por otros grupos.

De sus 50 componentes, la mayoría son del barrio de Finca España, aunque también los hay que vienen de otros barrios de La Laguna, Santa Cruz e incluso de pueblos del norte de la Isla. "Nuestra idea fundamental es rescatar las tradiciones y, sobre todo, crear una cantera de niños que mantenga las costumbres locales y que dé a conocer nuestra cultura para que no se pierda", explica María del Cristo Pérez, presidenta de la Escuela.

Uno de los proyectos pendientes de Alisios del Valle consiste en conseguir un local de ensayo mayor que el que tienen en el centro ciudadano, pues el espacio que ofrece limita la capacidad de sus alumnos. "Hasta el momento solo damos clase a niños mayores de seis años. Nuestro objetivo es poder incorporar a los más pequeños a la escuela, pero aquí no podemos", afirmó Pérez. Los profesores de la Escuela de Folklore Alisios del Valle nunca son los mismos, al igual que los alumnos, que suelen entrar y salir del grupo con frecuencia.

De esta forma, matiza la presidenta, "introducimos técnicas y formas nuevas continuamente". Para los más pequeños, los ensayos se han convertido en una afición, pues combinan danza, instrumentos y clases de canto. "Solo llevo dos meses, pero me apunté porque todo el mundo decía que era muy divertido y me gusta porque así aprendo a tocar la guitarra", asegura César Castellanos, de 12 años. Arodi Ramos, director del grupo infantil, afirma que "para formar parte del grupo folklórico no hacen falta cualidades ni formación previa, sino ganas de divertirse, aprender y pasar un buen rato".

A partir de esta Escuela se formó la Agrupación Folklórica El Serrucho, dirigida por Juan Carlos García, fundador de Alisios del Valle hace ahora nueve años, con Ana Oramas como madrina. Desde entonces, los miembros de la Escuela recuerdan de manera especial la actuación en el Teatro Leal de 2010, la que congregó a más público de las que han ofrecido. "Todo lo que nos hemos planteado lo hemos conseguido. Incluso tuvimos una alumna invidente que en dos años aprendió a tocar la guitarra y cantar perfectamente sin ninguna formación previa más que la de nuestros profesores", cuenta María del Cristo visiblemente emocionada.

En el acto de ayer, los grupos de la Escuela Folklórica Alisios del Valle interpretaron, entre otros temas, boleros, folías e isas. El grupo infantil de Los Campitos hizo de telonero con malagueñas y seguidillas de Lanzarote. Princesa Dácil, la única agrupación que vistió el traje típico tradicional, fue la encargada de cerrar la cita, a la que acudieron Yeray Rodríguez, concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de La Laguna, y Mónica Martín, edil de Desarrollo Local. Después de una tarde protagonizada por los más pequeños, la presidenta de la Escuela concluyó: "Esto demuestra que, al contrario de lo que muchos piensan, el folklore no es cosa de viejos y está muy vivo".

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