TEGUESTE
(La Opinión) El pasado domingo se estrenaron por las calles de Tegueste durante la
romería pero no fue hasta ayer cuando los visitantes pudieron contemplar
al detalle el laborioso trabajo que conlleva la elaboración de las
tradicionales carretas del pueblo, que permanecieron expuestas en la
calle La Audiencia con motivo del Día del Carretero.
Más de
5.000 visitantes desfilaron a lo largo del día ante las 25 carretas que
los teguesteros fabricaron para la XLIV Romería en honor a San Marcos
Evangelista. Los carreteros, que posaron orgullosos ante estas obras de
arte, ofrecieron a los viandantes vasos de vino, paella y carne que
degustaron mientras fotografiaban cada uno de los motivos bajo el olor a
chuletada y el jolgorio de las parrandas.
Una de las carretas
más preciadas fue la de El Carmen, que este año estuvo dedicada al
patrimonio de San Cristóbal de La Laguna. La parroquia de La Concepción,
el convento de Las Clarisas, la Catedral, la ermita de San Miguel y el
Palacio Lercaro fueron algunos de los monumentos representados con
granos de arroz en los tapices de este conjunto.
El
campanario del convento de Santo Domingo fue recreado en grandes
dimensiones por los seis matrimonios que confeccionan cada año esta
carreta ayudados por sus hijos. Gabriel Pérez, presidente de El Carmen,
explicó que se embarcaron en esta tradición hace 41 años, que
posteriormente abandonaron para retomarla sin descanso desde hace 15. Y
ahí siguen, con la ilusión del primer día.
El carro más
visitado por los transeúntes fue el de El Gamonal, atraídos por las
enormes paellas que sus miembros elaboraron como cada año. Esta carreta,
con 30 años de tradición y 14 componentes entre adultos y niños, se
caracteriza frente a las demás por representar sus motivos en relieve.
Según María Dolores López, una de las integrantes de este grupo de
amigos, "los niños cada vez son más importantes en la elaboración de las
carretas, porque cada año nos ayudan más en la colocación de las
semillas, que es lo más difícil".
En esta ocasión, El
Gamonal representó la Fiesta de las Cruces del barrio teguestero de Las
Toscas. Mediante figuras en miniatura, las carreras de sortijas o el
juego del tejo fueron algunas de las tradiciones infantiles homenajeadas
en este carro. Además, el monumento de las tres cruces del barrio fue
encarnado en sus versiones antigua y moderna.
Por otro
lado, en las llamadas chapas o tapices del carro se representaron
mediante mosaicos de semillas los carteles que han promocionado las
últimas ediciones de esta fiesta teguestera.
La carreta de
El Mocán, con más de un cuarto de siglo de tradición, rememoró en esta
edición la tradicional elaboración de la manta esperancera. Mientras los
motivos de los lados del carro recreaban con semillas el proceso de
obtención de la lana y su posterior tejido, una gran manta blanca
elaborada a base de arroz presidió la parte superior. Javier Javier, uno
de los carreteros de El Mocán, explicó que "el tema de este año fue
elegido al azar entre los 14 miembros del grupo", todos ellos amigos de
siempre.
Otros conjuntos de carreteros que se sumaron este
año a la fiesta fueron La Gargolana, que recreó en su carro la
costumbre de la alfarería; Tesegue, que representó el arrastre de
ganado; La Peña, con una carreta que mostraba un gran molino de gofio; o
Isla Guanche, que recogió imágenes del tradicional arrastre de las
tablas de San Andrés.
El alcalde de Tegueste, José Manuel
Molina, recorrió junto a otros miembros de la Corporación local las
diferentes carretas en otra jornada festiva y de tradición en el
municipio. "Hoy es el día más grande para todos los carreteros de
Tegueste que tras cuatro meses sin parar viven una jornada de descanso y
ocio en la que muestran al pueblo todo el trabajo realizado durante
este tiempo", reconoció el edil. Molina aprovechó la ocasión para animar
a todos los visitantes "a participar de las tradiciones de Tegueste y
continuar la fiesta tras la popular romería".
Ramón Tapia y
Antonia Febre, una pareja del barrio lagunero de El Cardonal, acuden
cada año a la cita invitados por unos amigos. "Hay que saber apreciar y
respetar las tradiciones de nuestra tierra", aseguró Tapia. Antonia, que
degustó encantada un plato de paella y afirmó que "cada vez que vengo
me harto de comida, por eso me encanta".
Elena González,
también motivada por la comida que reparten los carreteros, cree que
"este año la crisis se ha notado, porque cada vez se dan más huevos
duros y menos carne". Desde La Palma acudieron Aida Santana y Paula
Afonso. "Venimos desde hace tres años porque el trabajo minucioso que
realizan estos artesanos nos llama la atención y es de admirar", subrayó
Santana.
Semillas
La confección de las carretas se
inicia por sus chapas laterales y traseras, elaboradas grano a grano y
vinculadas al motivo principal, que se exhibe en la parte alta. Para
ello se usa cebada, arroz, avena o soja, pero el abanico es muy amplio.
Las semillas se pegan en paneles de madera hasta completar los dibujos,
que después se adosan a las carretas.
Todavía no han
culminado las fiestas en la Villa de Tegueste y los carreteros, al
celebrar su día, ya piensan en el motivo que les inspirará el año que
viene. Para recopilar ideas, rebuscan entre viejas tradiciones y charlan
con los mayores del pueblo para inspirarse. Una vez que decidan el
diseño, lo mantendrán en secreto en un intento por crear, como cada año,
la carreta más original de la romería teguestera.
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