SANTA CRUZ DE TENERIFE (La Opinión) Latas de atún y leche condensada, palos de madera y vergas fueron
algunos de los materiales que emplearon ayer adultos y niños para
divertirse de la manera más tradicional en el Día de Canarias. Casi un
millar de personas participaron a lo largo de la mañana en el taller de
juguetes antiguos que la empresa Euritmia Cultura organizó en la plaza
de La Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, donde pudieron fabricar
cometas, barquitos de metal o subirse a unos zancos de madera.
Por un lado, los monitores de Euritmia Cultura enseñaron a los niños a construir sus propios juguetes, que luego se llevaron a casa. Con un martillo y la ayuda de sus padres, los pequeños fueron aplastando las latas de leche condensada hasta conseguir una plancha de metal que, una vez doblada por la mitad y en sus extremos, diera forma a un barquito que flota en el agua.
Daniel González, de ocho años, fue uno de los participantes en este taller: "Esta actividad es perfecta para el Día de Canarias y no la voy a olvidar nunca". "He venido otras veces porque en casa no tengo la oportunidad de jugar con estas cosas", aseguró el pequeño.
Lito Sosa, un artesano que trabaja desde siempre los juguetes autóctonos tradicionales, fue quien enseñó a los participantes el arte de manejar el latón. "Son juguetes que no se utilizan desde hace por lo menos 30 años", matizó Sosa. Su hijo Afur, a quien ha transmitido su destreza con la artesanía, fue ayer el encargado del taller de cometas. "Con papel, cordel y caña, yo indico a los interesados los procedimientos necesarios para construir una cometa con los colores de la bandera de Canarias", explicó el joven.
Además de fabricar sus propios juguetes, niños y mayores tuvieron la oportunidad de probar y recordar los juegos de antaño, como los zancos construidos con listones de madera o los aros de verga, que debían rodar por el suelo con la ayuda de una vara de metal. Honoria Hernández reconoce que aún conserva algunos de estos juguetes de cuando era pequeña. "Yo he enseñado a mis hijos cómo usarlos", señaló. Según esta vecina de Santa Cruz, "estos juegos son lo más bonito que hay y no deberían perderse". "Me parece muy bien que se organicen este tipo de actividades, ya que con las consolas los niños de ahora no hacen caso a juguetes como estos", aseguró.
Sin duda, los carros de rodillo fueron los juguetes estrella de la mañana. Padres e hijos, muchos de ellos vestidos con trajes de mago, se deslizaron por la plaza de La Candelaria subidos en estos coches artesanales construidos a base de madera, lona y latas de atún. "El secreto para conducirlos bien está en saber frenar y dirigir el coche con las manos", explicó Manolo García, manager de la empresa Euritmia Cultura. Según García, "antiguamente los niños creábamos nuestros propios juguetes porque no había dinero para comprarlos". "Iba por épocas", matizó el artesano, "cada juego se utilizaba en una estación diferente del año".
Miguel Expósito, un mecánico lagunero, construyó dos de estos carros para su hija Gabriela, que observaba ayer atenta cómo vecinos y turistas se tiraban calle abajo con los coches de madera: "Los tengo guardados en el garaje, porque los hice para mis vecinos y querían tirarlos", aseguró Expósito. "Ya solo se utilizan en zonas rurales, como San Andrés o Aguagarcía". Fátima Hernández, se acercó con su hija hasta la plaza de La Candelaria para recordar los juegos de su infancia: "Es una buena forma de enseñar a los más pequeños que hay otras formas de divertirse además de los juegos electrónicos", apuntó esta madre. "Este tipo de juegos hacen que los niños tengan más variedad a la hora de entretenerse y fomentan la imaginación". En la mañana de ayer tan solo faltó la exposición de juguetes tradicionales canarios que estaba prevista por Euritmia Cultura y que no pudo colocarse por falta de un espacio habilitado a tal efecto.
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