martes, 15 de mayo de 2012

´Todos los problemas para reconstruir La Catedral vinieron con el Gobierno socialista´

LA LAGUNA (La Opinión) Julián de Armas Rodríguez, sacerdote nacido en Tacoronte en 1943, es deán del Cabildo Catedralicio y Vicario Episcopal para Asuntos Económicos de la Diócesis Nivariense. En 1970 fue nombrado Director de la Oficina Diocesana de Peregrinaciones a Tierra Santa y, recientemente, prior de la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro.

–¿Cuáles han sido los principales problemas que se han presentado en el proceso de reconstrucción de la Catedral?
–Han sido muchos y muy graves, sobre todo de 2004 a 2008. Además de la falta de financiación, que a día de hoy aún no hemos recibido, el Instituto Nacional de Patrimonio del Ministerio de Cultura no entendió que el edificio necesitaba una demolición y no una restauración, frente a lo que defendimos el Obispado de Tenerife y las instituciones canarias. Tuvimos que esperar cuatro años para que dijeran: "Tienen razón en Tenerife". Además, a día de hoy nos estamos viendo obligados a buscar financiación adelantada con la ayuda de entidades privadas para que las obras estén listas para el centenario del próximo año.

–¿Han sido estos problemas consecuencia de ideologías políticas?
–La Catedral de La Laguna no fue un problema político, sino técnico. Pero, a decir verdad, todas las dificultades han sido planteadas en época del Gobierno socialista. Es cierto que en 2008 es ese mismo Gobierno el que pone la solución sobre la mesa, pero tuvimos cuatro años de muchos obstáculos.

–¿Cómo valora el apoyo de las instituciones canarias?
–Muy positivo, tanto económica como moralmente. Desde el primer momento, las tres instituciones han apoyado, han defendido y se han comprometido con lo que el Obispado y el Cabildo Catedralicio han solicitado para llevar a cabo los trabajos.

–¿Cuál es el sentimiento popular acerca de la reapertura de la Catedral?
–En este momento, a pesar de la crisis económica, todo el mundo está convencido de que la Catedral tiene que abrirse. Todos los laguneros están muy interesados en estas obras, las han apoyado y piden que se terminen para el próximo año. Además, todas las instituciones laguneras han hecho un buen seguimiento de las obras y han mostrado interés por informarse a menudo del estado en el que se encuentran.

–¿Qué importancia tiene el edificio para la ciudad?
–La Catedral es un elemento muy significativo para todos los ciudadanos de La Laguna, ya que está en el corazón de la ciudad y le da vida. Durante estos años que ha permanecido cerrada, el casco lagunero prácticamente ha muerto y ha descendido la potencialidad económica y cultural de La Laguna.

–¿Cuál es el papel de la Iglesia respecto del Estado?
–La Iglesia aporta un beneficio al Estado con su trabajo y con su presencia en el mundo social. Es por todos los españoles conocida la labor social que la Iglesia católica realiza en España. Hoy en día, la fe sin una dimensión social no se entiende. Por eso, la mayor parte de las obras sociales que hay en España las gestiona la Iglesia católica.

–¿Piensa que la Iglesia necesita modernizarse para captar fieles?

–La Iglesia católica va de la mano del Papa Benedicto XVI y él nos ha lanzado el desafío de la nueva evangelización, que consiste en adaptar el mensaje evangélico a las nuevas situaciones de nuestra gente. El Papa se ha lanzado al encuentro del mundo ateo y agnóstico y de las nuevas generaciones, con quienes nos invita a dialogar. Para mí es una aventura que está siendo apasionante. Hay que acercarnos al mundo y escuchar a los que no creen.

–¿Necesita la Iglesia más clérigos o un relevo generacional?
–Ciertamente sí necesitamos sacerdotes. Tenerife afortunadamente no es de los peores lugares de España en este sentido. Nuestra diócesis se compone en la actualidad de 50 alumnos y un clero relativamente joven, pero la Iglesia está preocupándose por recabar gente joven que se dedique por entero a esta vocación.

–¿Cuál es el estado actual de la religión católica en La Laguna?
–Todos los párrocos del municipio estamos notando que la participación en las iglesias ha aumentado. A nivel nacional, este ascenso está en torno a un 4%, mientras que en La Laguna la cifra es algo superior. Las iglesias se están llenando cada vez más. Lo más importante es que poco a poco está aumentando el número de jóvenes que asiste los fines de semana a misa y que empiezan a preocuparse por la dimensión religiosa y social.

–Está la Catedral y también la Semana Santa. ¿También acude más gente a las procesiones como a las iglesias?
–La Semana Santa es muy importante para La Laguna. Cada año está tomando más fuerza. Es un hito durante el año, en el que todos los sentimientos religiosos se agudizan y la gente se implica mucho. Tiene una gran importancia religiosa y una gran dimensión cultural dentro del municipio.

–¿Qué opina de quienes dicen que son creyentes pero no practicantes?
–Lo respeto pero no lo entiendo. Comprendo que puedan ser no católicos y no practicantes, pero la religiosidad verdadera nos lleva a practicar y a celebrar la misa junto con otros creyentes. Tengo amigos que me dicen esa frase y yo les digo: "Es como si yo dijera que soy cura pero no practico".

–¿Usted cree que hay niños privados de su vocación por no nacer en una familia religiosa?
–El mero hecho de haber nacido en una familia no religiosa hace que un niño no esté recibiendo una formación integral. La faceta religiosa está en el centro de todas las dimensiones humanas, por lo que el desarrollo dentro de una familia religiosa va a ser plataforma para que el resto de su formación vaya a alcanzar plenitud. La ausencia de una referencia religiosa en la formación de un niño está mutilando el resultado de la formación total de esa persona.

–¿Es cierto que cada vez hay menos tinerfeños que se casan por la Iglesia?
–Sí es cierto que se casan menos tinerfeños por la vía religiosa porque antes no existía el matrimonio civil, por lo que ahora se reparten. Pero según las estadísticas, estamos a la par. Nosotros, desde la Catedral, prácticamente casi todos los fines de semana tenemos alguna boda, incluso tres. Pero quien se está casando por la Iglesia lo hace con plena conciencia, sabiendo lo que esto aporta, a diferencia del matrimonio civil. Y también hay mucha gente a la que le encantaría, pero no puede casarse por la Iglesia por estar divorciada civilmente.

–¿Cómo han afectado los casos de pederastia en iglesias de todo el mundo a la institución?
–La repercusión ha sido universal, dada la trascendencia de las personas que lo han cometido. Nos han dolido y nos han afectado. A pesar de que estas situaciones han sido puntuales, desde la Diócesis Nivariense lamentamos profundamente esta situación, nos sumamos al perdón que el Papa ha pedido y solicitamos justicia en este sentido.

–¿Qué piensa de los casos recientes de falsos curas?
–Me parece una aberración. Los sacramentos y celebraciones litúrgicas que oficien este tipo de sacerdotes no tienen ninguna validez canónica, al contrario de lo que ellos hacen creer. Siempre han existido casos de este tipo, incluso en La Laguna se dio uno hace muchos años. Ya no vive aquí.

–Próximamente visitará Jerusalén. ¿Cuántas veces ha ido allí?

–He estado ya en 51 ocasiones. Todo el que pueda ir a Jerusalén debería hacerlo, sobre todo los católicos. Es una experiencia única e inolvidable, una de las peregrinaciones que nunca se olvidan. Palestina es un Evangelio vivo y la geografía hace que el mensaje religioso se viva de una manera diferente. Hay mucha gente de las más de 8.000 personas que han viajado conmigo allí que reconoce que hay un antes y un después en la vida de cualquier cristiano después de visitar Jerusalén.

–¿De dónde le viene su afición por coleccionar belenes?
–Comencé a recopilarlos en 1984, durante una misión que realicé en América Latina. A partir de esa visita, en la que recorrí todos los países sudamericanos, me ilusionó ver belenes de diferentes tipos en cada uno de los lugares donde estuve. Ese año traje a casa casi 100 belenes. A partir de entonces, me he hecho con una colección de 680 belenes de 114 países del mundo. Esta colección estará ubicada en el museo de La Catedral una vez que finalicen las obras, ya que la aportaré como un regalo personal. Hasta ese momento y desde este verano, permanecerá en el Monasterio de las Clarisas.

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