TEGUESTE
(La Opinión) Berto Padilla es el carretero más veterano de Tegueste. Con este son 43
años los que lleva participando en la tradición de los carros en
representación del barrio teguestero de Pedro Álvarez. A día de hoy,
Berto sigue siendo protagonista del Día del Carretero junto con toda su
familia, a quienes ha transmitido esta tradición y a quienes ha querido
homenajear este año con los motivos de su carreta.
El distrito
teguestero de Pedro Álvarez se sumó a la iniciativa de crear las
primeras carretas de toda la historia de Tegueste en 1969, cuando tan
solo participaron cinco. Por aquel entonces, Berto Padilla aún no había
cumplido los 20 años y su carro fue el del único barrio que se presentó,
frente a los otros cuatro del núcleo del pueblo.
"La tradición de
las carretas ha cambiado mucho desde entonces", explica Padilla. "Ha
habido años que han llegado a presentarse hasta 32 carros". Desde
entonces, este vecino ha transmitido su costumbre más preciada a sus
hijos, "para que no se pierda jamás".
Para Berto, es un arte muy
complejo, comparable al trabajo que conllevan las alfombras del Corpus
Christi de La Orotava. "Lo que nosotros hacemos es artesanía pura",
matiza este veterano. "Nuestros motivos son un tapiz hecho a mano con
cereales y legumbres tostados, todo de manera natural".
"La
carreta del pueblo", como él la llama, está dedicada este año de manera
especial a su familia y a la tradición de amamantar a los niños. El
carro representa una gran cuna antigua de madera. En el costado
izquierdo, uno de los tapices muestra la imagen real de uno de los
nietos de Berto, que ahora tiene cinco meses, mamando del pecho de su
madre.
"Se nos ocurrió la idea porque el año pasado, entre las 15
personas que elaboramos la carreta había cuatro mujeres embarazadas",
comenta Javier Padilla, el hijo mediano de Berto. "Era una buena
oportunidad de recrear lo que hemos vivido en la familia durante los
últimos meses, y de presentar un tema que no se ha hecho nunca, que es
lo más importante".
En el lado derecho de la cuna, el protagonista
del tapiz es el hijo menor de Berto, quien figura como carpintero
fabricando una cuna antigua de madera. "Seguiremos la tradición de mi
padre porque sino sería delito", bromea Javier. Mientras tanto, no
estarán solos, pues el carretero más veterano de Tegueste "seguirá hasta
que pueda".
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