viernes, 3 de febrero de 2012

La vida en un colegio mayor

LA LAGUNA (La Opinión) "La vida en el colegio mayor aporta una bagaje personal y profesional que no tiene la gente que no ha vivido esta experiencia". Con estas palabras recibió ayer Cristina Orio, directora de Secretariado de Alojamiento de la Universidad de La Laguna (ULL), al centenar de alumnos de bachillerato de todas las Islas que visitaron ayer las instalaciones residenciales de San Fernando. Tan solo 21 de ellos obtendrán plaza para el próximo curso, según criterios económicos y académicos.

La ULL les dio la bienvenida con una charla informativa sobre los requisitos necesarios para acceder al colegio mayor y las características con las que cuenta. Más tarde, los futuros universitarios realizaron una visita guiada por el edificio, en la que pudieron ver las salas comunes y algunas de las habitaciones. "Lo que más me ha gustado ha sido la biblioteca y la sala de informática, ya que hacen del colegio un lugar perfecto para el estudio", afirmó Arcadio Peña, estudiante del IES Joaquín Artiles de Las Palmas de Gran Canaria.

Fermín Martín , jefe de Servicios del vicerrectorado de la ULL, aseguró que las solicitudes para vivir en el colegio mayor San Fernando han ido en aumento durante los últimos años, debido a que "el boca a boca en las islas menores nos ha favorecido mucho, y también hemos incluido un régimen disciplinario que hace confiar a las familias en el bienestar de sus hijos". Sin embargo, los veteranos del centro aseguran tener libertad suficiente. "Lo único que no podemos es meter a gente de fuera en las habitaciones por la noche, pero entramos y salimos cuando queremos", explicó Jael Plata, una de las colegiales de La Palma.

Edgar Castro, estudiante de Ingeniería en Edificaciones de 22 años, pasa su primer año en esta residencia. "Escogí San Fernando porque la localización es inmejorable y porque me gustó la estética". Este palmero sufrió algunas "pequeñas" novatadas a su entrada en el centro. "Están prohibidas dentro del edificio, pero aún se siguen haciendo, aunque no son muy fuertes".

Uno de los mayores factores de atracción de esta residencia universitaria es el precio de la estancia, ya que el primer requisito que se valora en la selección de los alumnos es la falta de recursos de las familias. Sobre un precio base de 428 euros, que incluye alojamiento y manutención, los colegiales pueden obtener descuentos de hasta un 80% por parte de la Universidad y los diferentes cabildos. A pesar de la crisis económica, la ULL mantiene estos precios desde 2008, lo que, en palabras de Cristina Orio, supone "un gran esfuerzo" por parte de la institución a la hora de hacer frente a los numerosos gastos que conlleva el mantenimiento de las instalaciones.

La segunda premisa más valorada para la admisión de los alumnos es su procedencia de otras islas y en especial de las islas no capitalinas. Por último, los futuros habitantes del San Fernando se escogerán según sus calificaciones académicas. "Quiero entrar porque pienso que es una buena oportunidad para conocer gente y vivir una experiencia única", subrayó Lidia Rivero, una canariona de 18 años.

Los futuros nuevos colegiales podrán realizar la solicitud para el curso 2012-2013 a partir del mes de junio, y en agosto las 21 plazas estarán adjudicadas. Algo tendrá el San Fernando cuando todo el que entra, repite.

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