viernes, 5 de octubre de 2012

El casco histórico de la ciudad aún es un polvorín en caso de incendio

LA LAGUNA (La Opinión) De los 627 edificios catalogados en el Plan Especial de Protección del Casco Histórico de La Laguna, tan solo un 1% están preparados en caso de incendio. Del resto, un 65% presentan alto riesgo de propagación de fuego y un 34%, peligro medio. Estos datos han sido extraídos del estudio realizado por el Consorcio de Bomberos de Tenerife para la elaboración del Plan de Salvaguarda del Patrimonio, un proyecto que cuenta con financiación europea y que consiste en el diseño de planes de evacuación en caso de incendio para los inmuebles históricos del casco.

Esta iniciativa, que aún se encuentra en proceso de elaboración, se presentó ayer en las I Jornadas Bombergis, que finalizarán hoy en el Convento de Santo Domingo. Hasta el momento, tan solo 12 edificios históricos se han incluido en el Plan de Salvaguarda, que consiste en una gran base de datos que contiene información detallada de cada uno de los inmuebles y que facilitará los trabajos de evacuación y extinción a los servicios de emergencias. María del Mar Martín, técnico del proyecto, aseguró que "el Plan se extenderá a todos los edificios del Patrimonio y, posteriormente, a todos los centros públicos del municipio, como colegios y ambulatorios.

El Plan de Salvaguarda del Patrimonio comenzó a elaborarse a raíz de que el incendio del edificio del Obispado en 2006 pusiera de manifiesto la inseguridad de los inmuebles históricos del casco, debido a los materiales con los que están construidos y la falta de material de extinción. Un problema que, a día de hoy, continúa existiendo. De ahí que, según Martín, "los responsables de los 12 edificios incluidos hasta ahora y el Ayuntamiento de La Laguna se han comprometido a colaborar con nosotros y actuar en este sentido".

Como resultado, el Consistorio lagunero modificará la ubicación de parte del material urbano del casco que actualmente impide el paso y la maniobra de los camiones de bomberos, como por ejemplo las señales de tráfico y las jardineras de la Calle San Agustín. Todas ellas desplazarán hacia los lados de las vías y alejadas de las esquinas para solucionar el problema.

Por otro lado, el estudio realizado por el Consorcio de Bomberos ha desvelado la falta de hidrantes suficientes en el casco. En este sentido, el área de Seguridad municipal se ha puesto a disposición de los efectivos de emergencias para incrementar el número de bocas de riego tanto como sea necesario. El responsable de esta Concejalía, José Alberto Díaz, acudió ayer a estas jornadas junto con Carlos González, presidente del Consorcio de Bomberos, y José Antonio Valbuena, consejero insular de Seguridad.


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