martes, 2 de octubre de 2012

Pasión por la lengua guanche

ALBA BLANCO (La Opinión) En contra de quienes piensan que el silbo gomero es una tradición pasada de moda y en desuso, hay quienes se interesan en la actualidad por recuperar el lenguaje de los guanches. Así se ha hecho ver en el primer taller de silbo gomero que se imparte en La Laguna, que comenzó ayer en el exconvento de Santo Domingo y para el que se han inscrito medio centenar de laguneros.

Puesto que el cupo era de 40 alumnos, el resto han pasado a una lista de reserva que, probablemente, obligará a la Concejalía de Cultura, organizadora del curso, a convocar una segunda edición. "Nunca pensamos que podría tener tan buena acogida", asegura el profesor, Arón Morales.

El taller se impartirá durante seis días: hasta mañana y de lunes a miércoles de la próxima semana, en horario de 18:00 a 19:30 horas. "Aunque tenemos alumnos portugueses e incluso alemanes, la mayoría son de origen gomero y quieren aprender a utilizar el silbo como lo hacían sus antepasados, porque no lo conocen y es parte de su tierra", matizó Morales. 

Las clases tendrán un contenido teórico y una parte práctica. En primer lugar, los alumnos estudiarán las diferentes hipótesis acerca del origen del silbo y su evolución a lo largo de la historia. En segundo lugar, deberán aprender a silbar. Según el profesor, "es complicado emitir el sonido". "Depende de la persona, hay quien lo consigue en un día y hay quien tarda hasta un año, como yo", reconoce entre carcajadas. 

Además, los participantes deberán aprender a descifrar los mensajes. "Si hay suerte y alguno consigue silbar y entender, les enseñaré a comunicarse", aseguró Morales. Este joven gomero de 27 años, doctorando en Historia Moderna, aprendió a silbar en el colegio, pues durante los años 90, la legislación insular que se creó para salvaguardar esta práctica obligó a todos los centros de primaria y secundaria de La Gomera a incluir el silbo como asignatura obligatoria dentro del plan de estudios. Por esta razón, matiza Arón, "las únicas generaciones que conocen este sistema de comunicación en la actualidad son jóvenes que lo aprendieron en la escuela en mi época o gente mayor que lo vivió cuando aún se utilizaba comúnmente". 

Una vez que la asignatura empezó a ser optativa, Morales continuó su estudio durante tres años. Realizó exhibiciones por todos los municipios de La Gomera y fue seleccionado para realizar muestras en Tenerife y Gran Canaria. Posteriomente, trabajó en restaurantes explotando la vertiente turística de esta tradición y viajó a la Península para mostrarla. Además, ha sido alumno de los maestros silbadores Isidro Ortiz Mendoza y Lino Rodríguez y, desde 1995, viene desarrollando una labor activa en la recuperación y mantenimiento de las tradiciones musicales de La Gomera.

El curso de la Concejalía de Cultura surge con el objetivo de apoyar la conservación de esta práctica. María José Castañeda, responsable del departamento, manifestó que "me hace especial ilusión poner en marcha este taller, fruto de un compromiso que adquirió nuestra área hace tiempo en la Plaza del Cristo". 

En cuanto al origen del silbo gomero, hay diferentes teorías. Mientras que unas afirman que era el lenguaje utilizado por los primeros pobladores de las Islas, otras aseguran que se trata de un recurso que los guanches inventaron en La Gomera y otras zonas de las Islas –como El Hierro o Tenerife– para poder comunicarse en zonas de orografía escarpada, ya que el silbido permitía salvar las superficies montañosas.

Mientras que en el resto del Archipiélago esta práctica desapareció, en La Gomera se mantuvo gracias a que fue utilizada por los pobladores colombinos para comunicarse durante la Conquista sin que los castellanos les entendieran. 

Actualmente, el silbo gomero se utiliza sobre todo como recurso turístico y folclórico, aunque aún hay algunos mayores que se sirven de esta práctica en las medianías de la Isla colombina.

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