PUERTO DE LA CRUZ (La Opinión)
Alrededor de 300 personas, entre padres y alumnos, se concentraron ayer a
las puertas del colegio de La Vera, en Puerto de la Cruz, para exigir
una solución al Ayuntamiento ante la invasión de palomas que afecta al
centro desde el pasado mes de marzo. La protesta pilló por sorpresa a
los responsables municipales, pues, según estos, el Consistorio había
comunicado previamente a la directiva del centro el acuerdo alcanzado
con la Consejería de Educación del Gobierno canario para que el problema
quedase subsanado mañana.
El Ayuntamiento de Puerto de la Cruz
(CC-PP) acusa a la directiva del colegio La Vera de "manipular a los
padres" de los 219 alumnos del centro, de los cuales tan solo siete
asistieron ayer a clase. El resto participó en las protestas que se
llevaron a cabo a las puertas del centro y que impidieron, según fuentes
municipales, que los efectivos de la empresa de limpieza Samyl entraran
en el centro para reanudar las tareas de desinfección que el
Consistorio inició hace una semana.
Las mismas fuentes aseguran
que ya el pasado lunes, la directiva del colegio les impidió trabajar
tanto por la mañana como por la tarde aún a sabiendas de que la limpieza
de las zonas afectadas por las heces, nidos y cadáveres de palomas
debía hacerse antes de que mañana, los operarios enviados por la
Consejería de Educación repusieran las placas de fibrocemento que faltan
y que permiten ahora el paso de las aves al edificio.
La rotura
del techo se produjo tras un temporal que azotó la Isla en noviembre de
2010. El levantamiento de varias placas del tejado, por donde desde
entonces se cuelan las aves, ha convertido la cubierta en un auténtico
palomar. El Ayuntamiento responsabiliza a la dirección del colegio de
solicitar la reparación de los daños al seguro fuera de plazo, mientras
que Sergio García, director del centro, afirma que "las obras no se
realizaron en su momento porque el consorcio de seguros del Gobierno
autonómico no disponía de presupuesto suficiente".
En todo caso, el colegio se ha convertido en un foco de infecciones y suciedad a causa de la invasión de palomas. Dos aulas han quedado inhabilitadas por las heces que caen del techo y muchos niños y personal del centro presentan picaduras de los animales. Natalia Luis, madre de una de las alumnas, ha presentado un parte al colegio con el informe médico correspondiente después de que su hija sufriera mordeduras de los pichones.
Ante
esta situación, el Servicio de Inspección Sanitaria ha remitido un
segundo informe al Consistorio portuense –tras el primero, del mes de
marzo, que el Ayuntamiento niega haber recibido– para que tome cartas en
el asunto. Ayer, el director del colegio reconocía que las labores de
limpieza por parte de los servicios municipales habían comenzado, pero
solo en el patio del centro y no en la cubierta, ya que la retirada de
las placas de amianto –está prohibido su uso porque causan cáncer–
debería realizarse a través de una empresa especializada, lo que
supondría un coste de más de 100.000 euros.
Los padres
continuarán hoy con las protestas a la entrada del colegio y,
probablemente, se manifestarán a las puertas del Ayuntamiento durante el
pleno del próximo viernes.
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