LA LAGUNA (La Opinión) Muchos laguneros pasean por sus calles a diario ajenos a la frondosidad vegetal del municipio. Las zonas verdes se han incorporado a la cotideaneidad de los vecinos, incapaces de apreciar que los parques y jardines contribuyeron en 1999 a que el casco histórico fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Domingo Rodríguez, licenciado en Geografía por la Universidad de La Laguna, empeña todos sus esfuerzos en lograr el reconocimiento popular de las zonas verdes del municipio. Con este objetivo ofreció ayer la primera de las conferencias de la tarde en el último día del curso Los patrimonios de La Laguna, bajo el título Jardines, parques y lugares de naturaleza paisajista de La Laguna. Domingo es además técnico del Proyecto Estructurante del Patrimonio Cultural Canario (Patrival) del Gobierno de Canarias, en el apartado que compete al reconocimiento de jardines y parques.
Rodríguez argumentó la necesidad de declarar la naturaleza lagunera como parte del patrimonio de la ciudad en varios factores. El primero es la enorme biodiversidad que se encuentra en cada una de las zonas verdes. El geógrafo asegura haber contado hasta 60 especies vegetales diferentes en la mayoría de los jardines. Como ejemplos de esta biodiversidad se encuentran la vegetación acuífera del parque de La Constitución o los distintos tipos de palmeras que pueblan el parque de La Vega.
Asimismo, el catálogo del Cabildo insular declara los árboles de La Laguna como especies "monumentales", dado que mejoran la calidad del aire y contribuyen a cuidar el medio ambiente mediante el control del cambio climático. Especies características de este tipo son el drago autóctono canario que preside la plaza del Adelantado y las palmeras abanico de la plaza de La Catedral.
El valor patrimonial más perceptible está en el diseño de estos jardines, ya que se configuran como exposiciones artísticas que acogen obras como el busto de José Martí, en la plaza de La Constitución o la fuente de la plaza del Adelantado.
Por último, Domingo Rodríguez enfatizó en el uso social que se da a las zonas verdes del pueblo, de las que participan los vecinos y que lo convierten, según sus palabras, en "patrimonio intangible". Sirven de ejemplo el parque infantil de San Benito o las actividades deportivas por excelencia del camino de Las Peras.
Como resultado, Rodríguez definió los parques y jardines laguneros como un "patrimonio de enorme interés que debemos valorar y conservar, para lo que", apuntó, "es necesario conocerlos de otra manera". Con este objetivo, Domingo propuso a los vecinos una ruta de 2,5 kilómetros por las zonas verdes que rodean el caso histórico, partiendo de la plaza del Adelantado y hasta la plaza de La Constitución, dejando atrás el jardín de Cabrera Pinto, el parque de La Constitución, el de La Vega y el camino de Las Peras, entre otros lugares.
Domingo Rodríguez, licenciado en Geografía por la Universidad de La Laguna, empeña todos sus esfuerzos en lograr el reconocimiento popular de las zonas verdes del municipio. Con este objetivo ofreció ayer la primera de las conferencias de la tarde en el último día del curso Los patrimonios de La Laguna, bajo el título Jardines, parques y lugares de naturaleza paisajista de La Laguna. Domingo es además técnico del Proyecto Estructurante del Patrimonio Cultural Canario (Patrival) del Gobierno de Canarias, en el apartado que compete al reconocimiento de jardines y parques.
Rodríguez argumentó la necesidad de declarar la naturaleza lagunera como parte del patrimonio de la ciudad en varios factores. El primero es la enorme biodiversidad que se encuentra en cada una de las zonas verdes. El geógrafo asegura haber contado hasta 60 especies vegetales diferentes en la mayoría de los jardines. Como ejemplos de esta biodiversidad se encuentran la vegetación acuífera del parque de La Constitución o los distintos tipos de palmeras que pueblan el parque de La Vega.
Asimismo, el catálogo del Cabildo insular declara los árboles de La Laguna como especies "monumentales", dado que mejoran la calidad del aire y contribuyen a cuidar el medio ambiente mediante el control del cambio climático. Especies características de este tipo son el drago autóctono canario que preside la plaza del Adelantado y las palmeras abanico de la plaza de La Catedral.
El valor patrimonial más perceptible está en el diseño de estos jardines, ya que se configuran como exposiciones artísticas que acogen obras como el busto de José Martí, en la plaza de La Constitución o la fuente de la plaza del Adelantado.
Por último, Domingo Rodríguez enfatizó en el uso social que se da a las zonas verdes del pueblo, de las que participan los vecinos y que lo convierten, según sus palabras, en "patrimonio intangible". Sirven de ejemplo el parque infantil de San Benito o las actividades deportivas por excelencia del camino de Las Peras.
Como resultado, Rodríguez definió los parques y jardines laguneros como un "patrimonio de enorme interés que debemos valorar y conservar, para lo que", apuntó, "es necesario conocerlos de otra manera". Con este objetivo, Domingo propuso a los vecinos una ruta de 2,5 kilómetros por las zonas verdes que rodean el caso histórico, partiendo de la plaza del Adelantado y hasta la plaza de La Constitución, dejando atrás el jardín de Cabrera Pinto, el parque de La Constitución, el de La Vega y el camino de Las Peras, entre otros lugares.
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