LA LAGUNA (La Opinión) Tras los actos vandálicos y los robos que los habitantes de Bajamar llevan sufriendo en los últimos meses, comerciantes y vecinos de esta localidad de La Laguna reivindican de forma unánime una mayor vigilancia por parte de los cuerpos de seguridad.
El último de los sucesos tuvo lugar el pasado miércoles, cuando a las dos y media de la madrugada se produjo el incendio intencionado de un vehículo en la avenida del Club Náutico. Las llamas alcanzaron a otro vehículo colindante y a la fachada de la vivienda más próxima.
Hasta el lugar del suceso se desplazó una unidad de bomberos del Consorcio de Tenerife del parque de La Laguna, quienes no pudieron evitar que el coche quedase completamente calcinado en su interior y por la parte delantera. Hasta el momento no se ha producido ninguna detención sobre este atentado contra la propiedad.
Este ha sido el último de los sucesivos robos y actos vandálicos que los vecinos y comerciantes de Bajamar vienen padeciendo desde el año pasado, todos ellos de madrugada y en diferentes lugares, principalmente la vía de salida del núcleo costero, la avenida del Gran Poder.
Asaltos a cafeterías, farmacias, viviendas y vehículos se han llegado a repetir hasta en seis ocasiones en un mismo local. Casi todos ellos se han producido a través de la ruptura de cristales y escaparates estrellando contra estos piedras y tapas de alcantarillas. Tras el asalto, los ladrones acostumbran a quemar los locales con el fin de eliminar cualquier tipo de prueba que pueda identificarles. Por ello es probable que la identidad de los delincuentes se desconozca hasta ahora.
Propietarios y vecinos de esta localidad lagunera viven atemorizados y se han visto obligados a reforzar la seguridad de sus casas y negocios con alarmas y rejas, ante la escasa protección policial. Aseguran que la única forma que tiene de protegerse es contratando seguros que cubran la mayor cantidad posible de daños para sus establecimientos.
Esta cadena de sucesos ha afectado al turismo del pueblo, al haberse convertido en una zona peligrosa. En algunas comunidades de propietarios afectadas se han colocado carteles a la entrada avisando de la necesidad de identificar a cualquier individuo que se adentre en la zona residencial.
Más personal
Desde que la comisaría de la Policía Local en Tejina, la más cercana a la localidad costera, fue cerrada ante la necesidad de más personal en la de La Laguna, las patrullas deben trasladarse desde la ciudad hasta Bajamar ante cualquier denuncia. Es por ello que los comerciantes se quejan de la tardanza de los agentes, que permite a los delincuentes huir del lugar donde han cometido el robo antes de que lleguen las patrullas.
Según Juana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Bajamar, los habitantes del municipio han informado sobre la situación al Ayuntamiento de La Laguna en reuniones pasadas. "Hemos pedido mayor presencia policial a los responsables municipales pero día de hoy aún no hemos recibido una respuesta ni hemos visto soluciones", con luyó Juana Rodríguez.
El último de los sucesos tuvo lugar el pasado miércoles, cuando a las dos y media de la madrugada se produjo el incendio intencionado de un vehículo en la avenida del Club Náutico. Las llamas alcanzaron a otro vehículo colindante y a la fachada de la vivienda más próxima.
Hasta el lugar del suceso se desplazó una unidad de bomberos del Consorcio de Tenerife del parque de La Laguna, quienes no pudieron evitar que el coche quedase completamente calcinado en su interior y por la parte delantera. Hasta el momento no se ha producido ninguna detención sobre este atentado contra la propiedad.
Este ha sido el último de los sucesivos robos y actos vandálicos que los vecinos y comerciantes de Bajamar vienen padeciendo desde el año pasado, todos ellos de madrugada y en diferentes lugares, principalmente la vía de salida del núcleo costero, la avenida del Gran Poder.
Asaltos a cafeterías, farmacias, viviendas y vehículos se han llegado a repetir hasta en seis ocasiones en un mismo local. Casi todos ellos se han producido a través de la ruptura de cristales y escaparates estrellando contra estos piedras y tapas de alcantarillas. Tras el asalto, los ladrones acostumbran a quemar los locales con el fin de eliminar cualquier tipo de prueba que pueda identificarles. Por ello es probable que la identidad de los delincuentes se desconozca hasta ahora.
Propietarios y vecinos de esta localidad lagunera viven atemorizados y se han visto obligados a reforzar la seguridad de sus casas y negocios con alarmas y rejas, ante la escasa protección policial. Aseguran que la única forma que tiene de protegerse es contratando seguros que cubran la mayor cantidad posible de daños para sus establecimientos.
Esta cadena de sucesos ha afectado al turismo del pueblo, al haberse convertido en una zona peligrosa. En algunas comunidades de propietarios afectadas se han colocado carteles a la entrada avisando de la necesidad de identificar a cualquier individuo que se adentre en la zona residencial.
Más personal
Desde que la comisaría de la Policía Local en Tejina, la más cercana a la localidad costera, fue cerrada ante la necesidad de más personal en la de La Laguna, las patrullas deben trasladarse desde la ciudad hasta Bajamar ante cualquier denuncia. Es por ello que los comerciantes se quejan de la tardanza de los agentes, que permite a los delincuentes huir del lugar donde han cometido el robo antes de que lleguen las patrullas.
Según Juana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Bajamar, los habitantes del municipio han informado sobre la situación al Ayuntamiento de La Laguna en reuniones pasadas. "Hemos pedido mayor presencia policial a los responsables municipales pero día de hoy aún no hemos recibido una respuesta ni hemos visto soluciones", con luyó Juana Rodríguez.
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